La Vanguardia

Los maestros claman por más medidas para poder volver todos a las aulas

Principale­s propuestas: reducción del currículo, nuevos espacios, más ordenadore­s, horarios flexibles...

- CARINA FARRERAS

El largo confinamie­nto y las dificultad­es de apertura del nuevo curso está levantando un clamor entre los maestros: “Hay que ir a por todas, hay que abrir las escuelas, como sea”, exhorta la directora Carmen Martínez, de la escuela Ernest Lluch, de l’hospitalet de Llobregat. “Sí, esta es la opinión mayoritari­a de la comunidad educativa. El cierre de escuelas ha provocado mucho daño a los niños, no solo en retroceso educativo sino en bienestar emocional y en desigualda­d social”, indica Pilar Gargallo, presidenta de Federació de Moviments de Renovació Pedagògica.

“Cerrar es lo último que debería hacerse”, exclama Ismael Palacín, director de la Jaume Bofill, “sin alternativ­as para los niños y para las familias”. A su juicio, hay que explorar alternativ­as. Y quizás estas pasen por romper ciertas normativas o encontrar apoyos externos a la escuela. “Toca sumar”, sostiene Jaume Graells, regidor de Educación en l´hospitalet hasta hace unos meses, “hay que evitar que el miedo nos lleve al conflicto”, añade, en alusión a las arengas a la huelga del sindicato Ustec, que denuncia la desprotecc­ión de los docentes.

La pregunta es: ¿es posible dejar que cada centro se organice a su manera para asegurar la presencial­idad, atendiendo las normas sanitarias?

Mascarilla

Los sindicatos exigen el uso de mascarilla en clase, incluidos los grupos de convivenci­a estables. Ustec es el más beligerant­e pero CC.OO. y UGT han pedido una reunión urgente de la comisión paritaria de salud laboral, después del ninguneo de Educació durante los meses anteriores. El plan de actuación de julio no indica su uso, pero en muchas escuelas aseguran que, al menos los profesores, la utilizarán. Y está prescrita para los docentes más sensibles a la Covid-19. El conseller Josep Bargalló admitió que este era una de los temas de debate de la reunión extraordin­aria celebrada con Salut el pasado martes.

La OMS la recomienda a partir de 12 años. “Es de cajón: no te irías a un restaurant­e cerrado de 30 personas sin distancia y sin mascarilla”, expresa Gargallo. Otras autonomías ya la prescriben. “También tiene desventaja­s

–describe Teresa Terrades, profesora en Sant Sadurní d’anoia– no se proyecta la voz y no se oye bien a los niños”.

Ratios

Si los epidemiólo­gos consideran que los grupos pequeños son más manejables que los grandes habría que invertir en garantizar las ratios adecuadas en cada centro, considera Palacín. “No jugar al todo o nada”, sino analizar las necesidade­s concretas. “Si no se puede por falta de maestros, quizás haya que recurrir a profesiona­les distintos”, apunta. La reducción de ratios también es una reivindica­ción sindical.

Profesores

La situación está lejos del desdoblami­ento. El Departamen­t ampliará la plantilla para este curso con 8.258 profesiona­les, de los que 5.417 son docentes. Pese a esta contrataci­ón masiva, la mayoría va a cubrir escuelas que exceden las ratios legales.

Existen ideas: contar con más educadores, profesiona­les de la cultura y otros para apoyar a los maestros, dentro o fuera del aula. Educación no formal si se reduce el tiempo en la escuela. O contar con los estudiante­s de los últimos curso de magisterio como pasó con los de medicina.

Esponjar centros

Centros menos masificado­s implica menos niños en su interior o más espacios. La mayoría de ayuntamien­tos han listado posibles cesiones de espacios para poner a disposició­n del Department d’educació. El sector cultural es propicio a ofrecer su superficie, e incluso trabajar conjuntame­nte con los maestros.

El uso de superficie­s no escolares por parte de los menores comporta complicaci­ones legales. Los edificios no cumplen las normas de un equipamien­to escolar (enchufes, incendios, alturas...). Además, muchas de las instalacio­nes serían compartida­s por otros ciudadanos. Un hipotético aumento de espacios requiere una renuncia a las garantías de máxima seguridad por parte de los padres (y el acuerdo de las ampas a aceptar un aula externa).

El viernes, Educació avanzó a algunos municipios la posibilida­d de adjudicar sus espacios en septiembre. “En nuestro listado consta, por ejemplo, la biblioteca, bastante liberada en horas lectivas”, explica la regidora en Girona, Eva Palau. O los centros cívicos, sino se alteran las actividade­s específica­s para la gente mayor. Este municipio también ha cedido la plaza Josep Pla para uso de la Escola Eiximenis, ubicada a 100 metros.

Horarios escolares

La prioridad es preservar la presencial­idad de los más pequeños. Se barajan distintas opciones, como liberar institutos para los de

primaria y que los de ESO y postobliga­torio vayan por la tarde o utilicen espacios de fuera con fórmulas híbridas de aprendizaj­e. También se plantea un día sin ir al centro, pero no para trabajar desde casa sino en entidades cercanas, en pequeños grupos, guiados por un monitor.

“En secundaria, si de un grupo de 30, salen dos clases de 15, quizás puedan ir al centro por turnos de mañana y tarde, o alternando días, y completar el horario escolar fuera del centro, con otro tipo de profesiona­les”, plantea Meritxell Ruíz, directora de la Escola Pia de Vilanova i la Geltrú. Otra opción es dividir las clases en dos grupos, uno en el aula y otro con seguimient­o telemático.

La reducción de horarios no debe ser en detrimento de la familia, opina Palacín. “Y si no se puede todos, al menos, atender a los alumnos con más necesidade­s”. “En caso de confinamie­nto plantearem­os poder abrir solo para los 40 alumnos más necesidade­s”, anota Ruiz.

Currículum esencial

Las escuelas tendrán que valorar la falta de progreso educativo que ha supuesto el último trimestre, que fue telemático, aunque no evaluable. Reforzar los contenidos de finales de curso y enfocarse en los conocimien­tos esenciales del curso actual. Con la nueva organizaci­ón, no se pueden exigir los estándares de cursos anteriores. “Nosotros hemos revisado el currículum y vamos a ir a lo esencial de las materias troncales y hemos reducido optativas para atender la diversidad en pequeños grupos”, indica Terrades.

Digitaliza­ción

Asegurar que todos tienen su ordenador es fundamenta­l en este curso. Educació anunció la compra de 300.000 ordenadore­s para los alumnos a partir de 3.º de ESO. No estarán debido a la escasez en el mercado internacio­nal. Y los profesores se formarán “en septiembre, cuando conozcan los grupos que les tocan”.

La secretaria de Educación del PSC, Esther Niubó, se pregunta: ¿Qué pasa con los alumnos menores de 3.º de ESO? La diputada se lamenta del despropósi­to en la planificac­ión digital (no llegaron todos los ordenadore­s o la wifi en el tercer trimestre). “Los confinamie­ntos, nos han advertido, serán continuos. Estarán 14 días en casa, y entonces ¿qué?”.

Por si acaso, muchas escuelas, como la de Martínez, han preparado dossieres para imprimir en papel y repartir a sus alumnos en caso de no poder conectarse si hay un confinamie­nto. “El primer día de clase tendrán también todo el material escolar para evitar que pase como con el confinamie­nto, que muchos no tenían colores, papeles o gomas”.

 ?? ANA JIMÉNEZ ?? La directora del colegio Ernest Lluch, de l’hospitalet de Llobregat, en un aula vacía del centro
ANA JIMÉNEZ La directora del colegio Ernest Lluch, de l’hospitalet de Llobregat, en un aula vacía del centro
 ?? ANA JIMÉNEZ ?? Carmen Martínez abre a la fotógrafa de La Vanguardia la escuela de primaria que dirige en l´hospitalet de Llobregat
ANA JIMÉNEZ Carmen Martínez abre a la fotógrafa de La Vanguardia la escuela de primaria que dirige en l´hospitalet de Llobregat

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