Las dos guerras sí lograron paralizar la Grande Boucle
Creado por Henri Desgrange en 1903, el Tour solo se ha aplazado por las guerras. En 1914 alcanzó París el 26 de julio, dos días antes de la declaración de guerra del imperio austrohúngaro. No hubo Tour hasta 1919. En 1939 la edición de la Grande Boucle también pudo completarse, aunque sin ciclistas de España, Alemania e Italia, y el trazado evitó cuidadosamente el norte y el este de Francia. En 1940 Desgrange, poco antes de su muerte, aún intentó mantener viva la carrera. El 13 de abril se dio por vencido y anunció en la portada del deportivo L’auto (periódico creador y organizador del Tour) que la edición trigésima tercera no tenía fecha conocida. De forma expresiva se señalaba que se disputaría en 194... Los puntos suspensivos no pudieron cerrarse hasta 1947, aunque antes hubo intentos de organizar una carrera ciclista similar (en 1942 y 1946) y arrebatársela a sus creadores. No sin problemas (L’auto fue acusado de colaboracionismo y se vetó su reaparición tras la II Guerra Mundial), el sucesor de Desgrange, Jacques Goddet, y su nuevo periódico deportivo, L’équipe, lograron finalmente restablecer la competición el 25 de junio de 1947.
Luego ha habido momentos puntuales de crisis, por manifestaciones de trabajadores en huelga que han forzado incluso la anulación de alguna etapa o por huelgas de los propios corredores contra la dureza de la competición... pero ninguna como la que se vivió en 1998, a raíz del llamado caso Festina. La aparición de productos dopantes en el pelotón y las intervenciones de la policía en plena competición estuvieron a punto de suponer la cancelación de aquel Tour. El director de carrera de la época solo tuvo un propósito: llegar a París costara lo que costara. Salvar al Tour.