Emprender en el pequeño caos barcelonés
El auge del ‘e-commerce’ con el virus ha impulsado la firma, que prevé facturar 25 millones este año
David Bäckström (Kalix, 1968) es la imagen del emprendedor extranjero que se instala en Barcelona en busca de calidad de vida y nuevas oportunidades de negocio. En su caso, hizo las maletas en el 2002. Tenía 34 años. Se marchaba del frío y el orden de Suecia. “La vida es corta y mi pareja y yo queríamos vivir en un clima más cálido, en un entorno más divertido”. Cuando Bäckström llegó a la ciudad acababa de estallar la burbuja puntocom y el ecosistema aún estaba por construir. Él ya contaba con experiencia en el sector. Acababa de vender una plataforma online, llamada Sparapengar, que había creado en Suecia para comparar precios de la luz, el agua y el gas (y que tuvo inversores como Ikea).
Llegaba a Barcelona con ganas de empezar algo nuevo. Su carácter emprendedor le venía de serie. Su padre era un industrial que fundó varias empresas en Suecia. Heredó su inquietud y la curiosidad de pensar diferente. Al acabar los estudios en una escuela de negocios, fundó sus primeras empresas: una cadena de campings y más tarde, el comparador de precios online.
Con el dinero que obtuvo con la venta de ambas compañías se costeó el arranque de su negocio en Barcelona: Telemedicine Clinic, un centro de diagnóstico de imagen en remoto. Fichó a médicos en Barcelona y empezó a trabajar para hospitales suecos y británicos. Con los años, la empresa dio entrada a fondos de capital riesgo hasta que Bäckström vendió su parte en el 2010, “cansado” de gestionar los intereses de los inversores. (La firma ha pasado de facturar 10 a 100 millones y emplea a 450 médicos).
Bäckström había decidido tomarse un año sabático pero no descansó demasiado. Volvió a Suecia y convirtió el único camping que mantenía en propiedad en un complejo resort (cuyos rendimientos aún disfruta ahora). También colaboró con Intercom hasta que en el 2013 decidió fundar el negocio que ahora lidera: Sequra, una plataforma de pagos online para comercios. “En los países nórdicos era habitual que el consumidor online tuviera opción de pagar a plazos o en el momento de recibir el producto. En España no había este servicio, así que decidí probar”. Quiso arrancar el proyecto solo, sin la entrada de fondos. En cambio, contó con aportaciones de reconocidos empresarios nórdicos y locales: Conrad Gerlach, Martin Edblad, Peter Rosevall, Joaquim Ferrer (Infojobs) y David Vrensk. Desde entonces, Sequra ha crecido en España. Cuenta con 3.000 clientes, incluidas cadenas como Thephonehouse, Privalia, Dentix o Aliexpress. El negocio está en la comisión que cobra a los comercios por el uso de la plataforma y los intereses que cobra al consumidor cuando paga el producto a plazos. La compañía facturó 15,7 millones de euros en el 2019 y este año prevé alcanzar los 25 millones. El auge del e-commerce durante la pandemia le ha beneficiado. Acaba de aliarse con la gestora Chenavari para abrir una línea de crédito de hasta 200 millones (le permitirá avanzar a los comercios los pagos de los clientes que pagan a plazos). Bäckström dice que la compañía está en beneficios desde el tercer año y que no ha necesitado la entrada de capital riesgo. Sin embargo, ahora está abierto a levantar entre 10 y 30 millones para reducir la deuda.
Tras siete años al frente del negocio, Bäckström no parece fatigado: “A diferencia de otros emprendedores, me gusta más la parte del crecimiento que la de arrancar el proyecto, es muy duro y a veces se peca de lo que yo llamo optimismo no informado”. Ahora, su vida transcurre en Sitges, con sus dos hijos y su pareja, Nina Paulsson, también empresaria. Ella es cofundadora de Medicarrera, una firma de reclutamiento de profesionales sanitarios para países escandinavos. Frente al mar y con este clima, dice que no dejaría para nada Barcelona: “Me siento cómodo en este pequeño caos”.