Alexánder Lukashenko Presidente de Bielorrusia
Después de 26 años en el poder, Alexánder Lukashenko (65) asegura que las protestas de la población bielorrusa son intentos de desestabilizar al país desde Occidente y amenaza a los trabajadores con cierre de fábricas y despidos.
Mientras la oposición bielorrusa mueve sus hilos entre la diplomacia mundial y ha conseguido que la líder, Svetlana Tijanóvskaya, se entreviste con el subsecretario de Estado de EE.UU., Stephen Biegun, el presidente Alexánder Lukashenko intenta sofocar las protestas en las calles con mano dura. Ayer el mandatario afirmó que está dispuesto a cerrar las fábricas en huelga y a despedir a los trabajadores.
Stephen Biegun visita Lituania y Rusia la próxima semana para discutir la situación en Bielorrusia, donde la población lleva dos semanas manifestándose para denunciar un presunto fraude en los comicios del pasado 9 de agosto, en los que Lukashenko resultó reelegido después de 26 años en el poder.
La líder de la oposición, Svetlana Tijanóvskaya, que se encuentra exiliada en Vilnius, se reunirá el lunes allí con el número dos de la diplomacia estadounidense, Stephen Biegun, como parte de los esfuerzos para calmar la crisis, según anunció el americano a Reuters. Biegun se detendrá en la capital lituana de camino a Moscú, mientras Washington busca una solución pacífica a las protestas contra Lukashenko que evite la intervención rusa.
No es el único movimiento que ha realizado la opositora, ya que asegura que está recibiendo muchas llamadas de líderes internacionales, incluidos Gran Bretaña y Alemania.
Por su parte, el presidente de Bielorrusia insiste en intimidar a los ciudadanos. Ayer les amenazó con despedir a los que no vayan a trabajar el lunes. “Si una fábrica no está funcionando, pongámosle un candado”, declaró Lukashenko en la ciudad de Grodno, cerca de la frontera con Polonia. “La gente se calmará y decidiremos a quién invitar (a trabajar) a continuación”.
Lukashenko ha ordenado despedir a los trabajadores que no vayan al trabajo mañana lunes