La medicina intensiva
La formación especializada en medicina intensiva es una de las más complejas; puesto que, aunque con ciertas variaciones, implica la preparación en nefrología, neurología, neumología, cardiología, etcétera, los dos primeros años. Los tres últimos años la formación es específica en medicina intensiva, co un enfoque multidisciplinario con el objetivo de ver los pacientes como un todo y poder manejar adecuadamente los fracasos de uno o varios órganos.
La pandemia por coronavirus ha dado la oportunidad de calibrar la importancia a esta especialidad de cinco años de duración y que se encarga de la atención del paciente grave. De forma sencilla podríamos decir que la especialidad de medicina intensiva es una medicina interna del paciente grave a la que se suman conocimientos quirúrgicos. Dicha especialidad no solo implica la formación en conocimientos y su puesta en práctica, sino que también implica lidiar con situaciones extremas de mucha carga emocional, pero, tras la mejoría de los pacientes, también se consigue una gran satisfacción.
La especialidad de medicina intensiva es una pieza más del engranaje hospitalario, pero mere
ce la pena dar una mirada más profunda de lo que habitualmente hacemos para poder entenderla mejor, máxime en tiempos de pandemias que pueden poner la salud de las personas en situación crítica.
Fernando Arméstar
Barcelona