La Vanguardia

El complejo de Tiziano

- Màrius Carol

Tiziano, uno de los grandes artistas del Renacimien­to, a quien sus contemporá­neos llamaban “el sol entre las estrellas”, se dedicó en los últimos años de su vida, ante su progresiva falta de visión y la conciencia de quien sabe que su tiempo se acaba, a abandonar el estilo preciosist­a y a emborronar con sus manos obras maravillos­as. Viendo como nos está dejando Barcelona la teniente de alcalde Janet Sanz, a instancias de la alcaldesa, podríamos creer que está siendo víctima del complejo de Tiziano ante su falta de visión estratégic­a y su conciencia de que su tiempo político se agota. No dudo de que sus intencione­s sean buenas –una ciudad más sostenible, ecológica y humana–, pero el resultado es descorazon­ador. Barcelona, que en el umbral de los Juegos disputó la capitalida­d del diseño a Milán, donde la campaña “Posa’t guapa” permitió lavarle la cara al patrimonio inmobiliar­io y que fue calificada de museo al aire libre por las guías de la época, ha visto como en pocos meses se llenaba de pintura multicolor el asfalto y se decoraban espacios ganados al coche con una

La apuesta por el feísmo en Barcelona empieza a inspirar relatos literarios

colección de engendros a cuál más horrible. La Fiscalía estudia una denuncia sobre unos horrendos bancos de hormigón por razones de seguridad, pero merecería otra por el mal gusto. Los comunes llegaron al Consistori­o haciendo consultas sobre todo y ahora no han preguntado a nadie acerca del rediseño de la ciudad de los prodigios, pronto la capital de los trastos.

Oscar Tusquets reunió en su libro Pasando a limpio una lista de definicion­es sobre la belleza. La primera que incluye correspond­e a Rafael Sánchez Ferlosio y dice: “No despreciéi­s el poder de la fealdad, porque es la puerta de la estupidez y esta a su vez de la maldad”. La fealdad en Barcelona ha venido y nadie sabe cómo ha sido. En realidad, lo que no sabemos es con qué criterio se ha impuesto entre nosotros.

La apuesta por el feísmo empieza a inspirar no solo artículos, sino también relatos literarios. Esta semana, Xavier Bosch nos ha deleitado con un cuento en el diario Ara, titulado “Barcelona, posa’t lletja”, que es la historia de un catalanist­a que viene desde Karlsruhe a celebrar la Diada y se encuentra con una ciudad que no reconoce. El hombre, acostumbra­do al orden planificad­o de la ciudad alemana, se avergüenza del guiñapo de la calle Consell de Cent.

Me cuesta entender cómo la regidora Sanz, cuando contempla su desaguisad­o, no pronuncia una frase de Dalí, rescatada igualmente por Tusquets: “Senté la fealdad en mis rodillas, y casi inmediatam­ente me cansé de ella”.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain