Educar hoy para mañana

Creo que la educación es nuestra gran asignatura pendiente. Educar es mucho más que llevar a nuestros hijos al colegio, es guiarles por el camino de la vida durante sus primeros pasos, los siguientes e, incluso, cuando son adultos, si es necesario.

Educar significa, entre otras cosas, método y disciplina. Implica inculcar civismo y sentido común desde muy temprana edad. Enseñar a nuestros hijos la cultura del respeto a los demás y del esfuerzo para conseguir las cosas. Hay una frase que ha adquirido notoriedad desde hace unos años cuando alguien llama la atención a un niño o niña cuando grita en lugar de hablar, o usa el móvil a todo volumen en un lugar público, o salta, corre y juega en lugares donde no toca (restaurantes, tiendas, transporte público…), o contesta mal a sus padres intentando imponer su voluntad para conseguir que se haga realidad uno de sus múltiples caprichos: “Pero si son niños. Déjalos. Ya crecerán”. Gran error. Difícil, si no imposible, enderezar un árbol adulto.

Entiendo que educar, y hablo de los padres, es una dura tarea, pero hacerlo mal es la peor inversión de futuro. Estos niños de hoy son nuestros gestores del