QUÉ SE PUEDE HACER
En julio, cuando la epidemia estaba fuera de control en Barcelona, el nombre de la ciudad era en el mundo sinónimo de mala gestión de la pandemia. Por eso sería interesante que las administraciones se esforzaran en divulgar los datos de la situación actual, cuando tras mucho esfuerzo se ha logrado que los indicadores mejoren. Se podría establecer un canal de comunicación sobre lo que puede hacerse y lo que no puede hacerse en la ciudad. Los más críticos se sorprenderían al ver hasta qué punto mantiene Barcelona algunas constantes vitales, con la cultura (salvo el ocio nocturno) como avanzadilla de la recuperación.