La Vanguardia

VÍCTOR TOMÀS A corazón abierto

El excapitán del Barça de balonmano se confiesa por primera vez desde su retirada por una dolencia cardiaca

- TONI LÓPEZ JORDÀ

Seis meses hace que Víctor Tomàs (Barcelona, 1985) tiene clavada una espina: no haberse despedido del balonmano en el Palau Blaugrana, siendo consciente de que era la última vez que defendía el escudo que ha lucido durante 22 años, los últimos 18 en el primer equipo. Después de digerir el adiós casi repentino por una dolencia cardiaca, el excapitán pidió tiempo para reflexiona­r y ordenar su nueva vida lejos del parquet. Ahora, con nueva ocupación, se confiesa por primera vez a través de La Vanguardia.

UNA NUEVA ETAPA EN EL CLUB “No me planteo ser entrenador”

Desde hace poco más de una semana, Víctor Tomàs se ha incorporad­o a la estructura organizati­va del FC Barcelona. “He empezado a trabajar como gestor de deportes profesiona­les. Es un cargo nuevo para llevar el control del Palau Blaugrana, a nivel de horarios y organizaci­ón. Hasta ahora no había una persona que tuviera una foto general de las cuatro secciones, de cómo son los fines de semana en el Palau, cruzándolo también con la actividad en el Estadi”, explica, sin ánimo de seguir vinculado al juego. “Muchos me veíais más cerca de la pista, pero en las conversaci­ones con el club siempre me vi más en esta figura”. Es decir, que no piensa en tareas técnicas. “No me he planteado ser entrenador ni técnico de la base. Estar a pie de pista, los entrenos, los partidos .... no es para mí. Porque es muy difícil. No me veo un nuevo Pasqui”, zanja.

EL MOMENTO “No lo esperaba por nada del mundo”

El 3 de febrero Tomàs anunciaba su retirada por el agravamien­to de un problema de corazón detectado en el 2017. “En la revisión médica de pretempora­da, en agosto del año pasado, vieron que había empeorado. En septiembre viajamos a Arabia Saudí por el Mundial de clubs y en el hotel el Dr. Gutiérrez me deja ir la bomba. Aquel fue el Momento. Ya sabía de qué quería hablarme, pero no me podía imaginar que fuera para decirme que me tenía que retirar. Me hizo la explicació­n médica, en qué momento estaba, y acto seguido dijo las palabras: “A falta de una resonancia magnética, es muy probable que te tengas que retirar a final de temporada”. Le pregunté: “¿A final de qué temporada?”. “De esta”. Este fue el momento más duro. A punto de empezar la competició­n, me quedaban tres años buenos, estaba jugando bien, haciendo buena pareja con Aleix... Me cogió a contrapié. No lo esperaba por nada del mundo. El shock es tan fuerte que no tienes la mente clara para preguntar. Me dijo –así como es Guti–: ‘De esto no te morirás’. Es una anomalía que ha empeorado progresiva­mente desde el 2017, y tiene el riesgo de que si sigo con la práctica deportiva diaria de alto rendimient­o el corazón en poco tiempo podría pedirme un marcapasos”.

SIN OPCIÓN DE VOLVER “Quería jugar hasta la Final Four”

Lo primero que se le pasó por la cabeza fue hacer una parada técnica para regenerar el corazón e intentar jugar más adelante. Víctor albergaba verdaderas esperanzas de poder volver por un periodo corto, y encontró el aliado perfecto del confinamie­nto. “Planteé esta posibilida­d al doctor cuando acabó el confinamie­nto, en julio, y me dijo que no. Mi ilusión era poder jugar hasta la Final Four (28-29 diciembre), y poder despedirme jugando. Pero también es cierto que el deadline de la Final Four podía cambiar. Desde el club –y lo entiendo perfectame­nte– me dijeron: ‘¿Y si no se juega? Estás corriendo un riesgo de 5 meses para llegar a diciembre y quizás a 5 días de la final se suspende, en esta situación de incertidum­bre, por cuarentena­s, por rebrotes, por lo que sea...’ Así que no se llegó a plantear el retorno porque médicament­e me lo quitaron de la cabeza. Aunque quería exprimir esta opción porque era lo que tenía dentro. Deportivam­ente no habría sido un problema: si hubiera tenido el OK médico para jugar, Pasqui y Barru sabían que yo admitía que jugaría si lo merecía. Reconozco que habría tenido poco espacio en el equipo”, confiesa Tomàs, que admite que “si hubiera llegado la fecha de la Final Four el marrón habría sido para Pasqui: ¿Me habría dejado fuera después del esfuerzo por llegar, pero estando peor que los otros dos extremos?”.

EL HOMENAJE PENDIENTE “La gran ilusión es retirar la camiseta”

El club expresó la voluntad de hacerle una despedida como se merece, en el Palau, con la afición, colgar la camiseta... Pero por el coronaviru­s no se ha podido hacer. Tomàs espera paciente. “Ojalá el club continúe con la idea del homenaje y de retirar la camiseta, que es una de las grandes ilusiones de mi vida. Como poder decir adiós jugando. Será complicado, pero quiero quedarme tranquilo conmigo mismo y exprimir todas las opciones. Con el club y con quien haga falta se llegará a un acuerdo”. Pero Tomàs no quiere salir solo a saludar: “Puestos a pedir, me gustaría que la despedida fuera jugando en partido oficial. Si hay voluntad se puede encontrar un encaje con la Federación y la Asobal. Pero no quiero que sea un problema para nadie, tiene que ser un acto donde todo el mundo disfrute, que la gente tenga ganas de ir al Palau a despedir mi carrera. Tiene que ser un motivo de alegría, no una carga”.

SIN COMPETIR “Añoro el ambiente del vestuario”

Después de 18 temporadas en el primer equipo, el Víctor Tomàs civil asegura que no echa de menos la adrenalina de la competició­n. “Ahora salgo en bici de montaña por la Cerdanya, por Collserola y el Tibidabo, y con el Strava intento superar mis tiempos; también estoy muy enganchado al pádel”, dice, sin miedo a tener ningún susto del corazón. “Los médicos me han dicho que puedo hacer deporte recreativo todos los días. No puedo hacer un deporte de intensidad como hacía, pero si tengo que hacer un sprint con la bici porque me pico con alguien, lo hago”. Así y todo, “lo que

Lo que más me duele es no haber podido decir adiós jugando. No me lo merezco. Cuando juegue será como cerrar la puerta”

Mi ilusión era jugar hasta diciembre, hasta la Final Four, pero en julio médicament­e me lo quitaron de la cabeza”

Me gustaría que mi despedida fuera en partido oficial. Si hay voluntad se puede encontrar un encaje con Federación y Asobal”

Gonzalo es el ideal para ser el capitán, por su peso deportivo y en el vestuario, tiene discurso y sabe qué es la casa”

más se añora es el ambiente de vestuario, la hermandad, las relaciones que se hacen, porque se vive mucha presión, y los entrenos tan competitiv­os, donde tienes piques y complicida­d con los compañeros”.

LO PEOR “Llevo mal no haberme despedido”

Lo peor de la retirada, en el aspecto psicológic­o, ha sido no haber podido cerrar la puerta a una etapa. “Durante el confinamie­nto lo pasé muy mal durante 15 o 20 días. El hecho de haber jugado el último partido sin darme cuenta (la final de la Copa, el 8 de marzo) lo llevo mal. Es lo que más daño me hace: no haber podido decir adiós jugando. Me hace daño porque no me lo merezco; quería ser consciente de que era mi última vez. Así que cuando juegue el último partido me sacaré una espina, será como cerrar una puerta”.

LA HERENCIA DE LA CAPITANÍA “Gonzalo es la persona ideal”

Con Gonzalo Pérez de Vargas es con quien más se ha visto el excapitán los últimos tiempos. Como si hubieran hecho el traspaso de poderes. Según Tomàs, el portero es el heredero natural del brazalete del Barça. “Tenemos un carácter más parecido de lo que muchos creen. Todo el mundo tiene claro que él debe ser el capitán, por su peso deportivo y en el vestuario, porque es una persona que tiene discurso, que sabe qué es la casa, que lleva tiempo... Todo a su alrededor se junta para ser la persona ideal para llevar el brazalete después de Entrerríos”.

EL NUEVO BARÇA DE MAKUC “Un gran candidato a la Champions”

El Barça se estrena el jueves en la Champions con cuatro refuerzos. El excapitán ve al equipo “muy bien y muy compensado; la planificac­ión es muy buena. Si defensivam­ente el equipo está bien, es un gran candidato a ganarla”. De los cuatro nuevos, el central Domen Makuc lo ha cautivado: “Cuando jugamos contra el Celje, en el vídeo de preparació­n, Pasqui ya nos dijo: ‘Este tío es bueno de cojones’. En la temporada demostró que era un central que se echaba el equipo a la espalda cuando lo necesitaba­n. Es pronto para decir si puede ser el central de futuro del Barça, debe demostrarl­o y tiene mucha competenci­a (Cindric, Pálmarsson y Entrerríos). Pero tiene el físico y las habilidade­s, y ahora tiene que demostrar en el Barça que también tiene el carácter. Por lo que me llega del equipo es una buena pieza. Me recuerda bastante a Luka (Cindric), con un poco más de estatura y de lanzamient­o. Tiene un gran uno contra uno, hace mejores a los laterales, no le hace falta marcar 6 goles para hacer un gran partido”.

EL CASO MESSI “Las formas no me han gustado”

Como culé, a Víctor le ha afectado el caso Messi. Y da su opinión: “Desde mi punto de vista, y probableme­nte él en perspectiv­a lo vea también así, las formas no me han gustado, como culé que soy. Messi es un jugador que ha dado muchísimo al club, es una institució­n. Pero ni para el club ni para él ha sido positivo este episodio. ¿Si lo habría dejado marcharse? No sé cuál es la situación real ni las conversaci­ones que mantuviero­n. Ahora se debe intentar que este a desgana con que se queda se convierta en con ganas, y vuelva a implicarse en el equipo. ¿Por qué no puede cambiar su sentimient­o?”.

 ??  ?? Alejado del trasiego de entrenamie­ntos y partidos, y aterrizand­o en su nueva faceta organizati­va, Víctor Tomàs disfruta de la vida tranquila
Alejado del trasiego de entrenamie­ntos y partidos, y aterrizand­o en su nueva faceta organizati­va, Víctor Tomàs disfruta de la vida tranquila
 ?? MANÉ ESPINOSA ??
MANÉ ESPINOSA

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain