Vivo en el país más infernal del mundo
Hay dos cifras noticiosas del viernes que me han amargado el fin de semana. ¡Vivo en el país más infernal del mundo y uno sin enterarse! Como catalán, esto supera a Bielorrusia: 2.850 “represaliados”. Un inmenso gulag, vaya. Y como español, ni el Beluchistán: 11,6 millones de españolas han sido “agredidas sexualmente”, el 57% de la población femenina.
¿Es indispensable distorsionar a la alemana –ganar por goleada– para apoyar causas legítimas?
La macroencuesta del Ministerio de Igualdad de Género del 2019, presentada la semana pasada, dispara todas las cifras sobre violencia sexual. Hemos pasado, en cinco años, de 4 a 11,6 millones de españolas víctimas de “agresiones sexuales”.
Que tus detractores te acusen de machista permite, como articulista (género de opinión), escribir sin complejos. Un articulista acaba siendo lo que quieren que sea sus lectores. Al leer los titulares, soy de los que pensaron: no puede ser.
No somos tan salvajes. La explicación es sencilla. En la anterior macroencuesta, del año 2015, había tres hechos constitutivos de “violencia sexual”. En la última son diez. Y entre ellos “las miradas insistentes o lascivas”.
Convendremos que ancha es Castilla...
Yo no creo que ir ampliando los supuestos de la “violencia sexual” sea acertado, salvo, claro está, si persigues titulares a costa de ampliar el foso entre la corrección política y el pulso de la de la calle, lo que alienta los populismos y refuerza, paradójicamente, el machismo. Equiparar “miradas lascivas” con una violación más bien devalúa la gravedad de esta.
Diada: 2.850 sillas vacías frente al Arc de Triomf con un simple nombre de pila para “simbolizar” –¡Dios mío, basta de simbolismos!– la represión que dice sufrir el independentismo.
Con tantos dirigentes condenados y en prisión, ¿es honesto intelectualmente abultar las cifras y meter en el mismo saco de los presos a ciudadanos que, a lo sumo, han recibido una citación o una multa que quizás nunca llegue? ¿Incluye a todos los alcaldes y concejales ufanos a lo Braveheart cuyas imputaciones están siendo desestimadas por los juzgados? ¿Es Anna Gabriel, en Suiza por voluntad propia, una “represaliada”? ¿O la directora de la Corporación de Medios Audiovisuales?
Cuanto más se aleja una causa de la objetividad, más credibilidad pierde.
¿El 57% de las españolas “agredidas sexualmente”? El quid: incluye las miradas lascivas