Críticas en Igualada por los nuevos polígonos industriales
Transformar suelo agrícola en industrial para salir de la crisis se convierte en un dilema en la cuenca de Òdena
Con un paro del 20%, una de las zonas más castigadas por la pandemia del coronavirus y la primera en ser confinada, la cuenca de Òdena, se debate sobre cómo salir del atolladero. El Departament de Territorio y Sostenibilidad, con la aquiescencia de los municipios implicados, ha diseñado un Plan Director Urbanístico que pretende reordenar el suelo industrial del territorio con la idea de impulsar su crecimiento económico. De momento, ha superado la fase de participación, con 104 propuestas.
El proyecto ha abierto el viejo debate del equilibrio entre suelo agrícola e industrial. De buen principio, el plan ha chocado con la oposición de los vecinos, que se han organizado entorno a la plataforma Salvem Can Titó, y se muestran dispuestos a defender la zona y sus cultivos a capa y espada. Estos denuncian especulación urbanística y aseguran que los ayuntamientos implicados han aprovechado el periodo de aislamiento por el coronavirus para ocultar la activación de un proyecto muy anterior a la pandemia.
En estos momentos, el plan prevé la creación de tres nuevos polígonos y descarta uno de los que más ruido hicieron en su momento, el de la Plataforma Ferroviaria Norte, más conocida como el polígono de Can Morera, en Òdena, de poco más de 318 hectáreas. Apartado este, al menos por el momento, cerca de allí se planifica una reserva industrial de 184 hectáreas, 18 más de las previstas en el planeamiento vigente, en torno al Aeródromo Igualadaòdena. Otro de los espacios que se mantienen en pie es el del Parque Tecnológico e Industrial de Igualada y Jorba, de 77 hectáreas, 28 menos que la reserva actual, que se quieren destinar a la industria del cuero, de gran arraigo en la zona. Finalmente, el plan reserva 196 hectáreas para uso económico en los terrenos de Can Titó, en Vilanova del Camí. Se trata de cien hectáreas más de las previstas hasta ahora. De todas formas, de ellas, 71 se dedicarían a uso industrial y las otras 125 a uso público. Este último es el proyecto que encuentra ahora mayor oposición entre los vecinos.
Así, plataformas ecologistas y vecinales exigen a los ayuntamientos de la cuenca de Òdena que retiren un proyecto que, según ellos, “enterrará bajo cemento muchas hectáreas de suelo agrícola y lo hará para fabricar un megapolígono fantasma”. Y es que los vecinos recuerdan que en la zona hay polígonos casi vacíos, como el de Montbui. Así, claman, “antes de construir polígonos y destrozar el paisaje y los cultivos, sería conveniente llenar los existentes”.
Por su lado, la parte promotora reconoce que hay polígonos a medio llenar, pero recuerda que estos, por sus características, no pueden albergar grandes empresas. También
Los vecinos se han organizado en torno a la plataforma Salvem Can Titó para defender la zona y sus cultivos
recuerda que el nuevo plan, que prevé 457 hectáreas, rebaja en unas 220 el planeamiento vigente, del 2008. Los siete ayuntamientos de la Mancomunitat de la Conca d’òdena, que hasta el momento defienden el proyecto de manera unánime, destacan también que, de las 457 hectáreas afectladas, 253 se reservan para uso industrial y las otras 204 se destinarán a suelo público, espacios de protección agrícola-paisajística, zonas verdes, viales y equipamientos.
El alcalde de Igualada, Marc Castells, recuerda: “Siempre hemos defendido que la cuenca tiene que apostar por la industria”. Entiende que la reactivación de la economía “pasa por generar empleo estable y de calidad, que es el objetivo de los ayuntamientos en todo este proceso”. El alcalde se reunió el pasado jueves con representantes de las plataformas opositoras en un primer intercambio de pareceres. Los vecinos están recogiendo firmas y trabajan con la idea de celebrar próximamente una gran movilización.