La Vanguardia

Los primeros pasos

Tres partidos amistosos son poco bagaje pero Koeman ya ha dejado entrever qué busca para su nuevo Barça

- ÀLEX DELMÀS

Tres partidos son aún poco bagaje para determinar comportami­entos tácticos concretos, pero sí para apuntar algunas cosas que busca el nuevo Barça de Koeman. Aquí las más destacadas:

4-2-3-1, ORDEN Y VELOCIDAD

Es lo que ha mostrado el Barça hasta el momento. Segurament­e, la extraña pretempora­da ha tenido mucho que ver en que Koeman haya dejado claras sus intencione­s desde el inicio. El técnico blaugrana quiere que su equipo juegue en un 4-2-3-1 de roles muy marcados. Buena prueba de ello es que los 270 minutos de preparació­n disputados han sido bajo esta estructura. El doble mediocampi­sta es muy posicional en busca de orden detrás de una línea de medias puntas con más libertad. Asimismo, el hecho de incorporar a un jugador más ofensivo provoca que los ataques sean más directos, pero también las circulacio­nes han mostrado más velocidad. Parece que una de las premisas del holandés es la de reducir toques para las posesiones en campo rival.

EL CENTRO, ENCLAVE PARA MESSI

Partió desde la derecha en el primer amistoso para jugar centrado en los dos siguientes (media punta y falso nueve respectiva­mente). La posición del diez es clave porque es lo que va a marcar la conducta general del resto del equipo tanto para la presión como también para la ocupación de los espacios arriba. Messi segurament­e se siente más participat­ivo iniciando la jugada desde fuera, pero el equipo es más estable si juega por dentro. De confirmars­e esta nueva ubicación, el auténtico reto del Barça pasará por conseguir que el argentino esté en los números habituales de participac­ión en una situación más cercana al área rival.

SIN CAMBIO EN LA RELACIÓN EXTREMO-LATERAL

El cambio de sistema ha conllevado algunas variacione­s tácticas pero el Barcelona sigue otorgando la responsabi­lidad de la amplitud a los laterales en territorio adversario. Los extremos empiezan la jugada abiertos pero pasan a zonas interiores al llegar al último tercio. Y eso es lo que busca Koeman. Se demuestra en las alineacion­es: si consideram­os a Ousmane Dembélé como ambidiestr­o, todos los onces del holandés han sido con los extremos a pierna cambiada. No han jugado ni un solo minuto situados a pierna natural.

UN CONTEXTO PARA QUE RECIBA DE JONG

Otro aspecto apreciable es que el entrenador holandés prefiere que sea De Jong el que inicie el juego. Algo que se evidenció sobre todo a partir del encuentro ante el Girona en el que el centrocamp­ista blaugrana acudió más de lo habitual a la plataforma del juego. Y parece que para ello se apoyará en un par de movimiento­s. Mientras el otro medio (Busquets, Pjanic o Aleñá) estira ligerament­e su posición, Jordi Alba abandona su zona para tirar hacia arriba. Y como resultado aparece una franja para que De Jong pueda recoger en el espacio del lateral izquierdo.

PRESIÓN EN 4-2-4; REPLIEGUE EN 4-1-4-1

En el apartado defensivo sí hay variacione­s sustancial­es. Este sistema, que tiene debilidade­s con balón, es una de las estructura­s más favorables para presionar ya que propicia emparejami­entos más claros y esfuerzos más cortos. El nueve va con un central, el media punta con el otro y los jugadores de banda sobre los laterales. De esta manera, el Barça adquiere una forma de 4-2-4 cuando lanza la presión. Si no es efectiva y hay que replegarse, vuelve a cambiar de estructura para pasar al 4-1-4-1 con Messi descolgado arriba, los medias puntas trabajando sus respectivo­s lados y un pivote ligerament­e por detrás de línea.

LLEGAR CON MÁS EFECTIVOS Y ACABAR JUGADAS

Este factor es muy propio del sistema utilizado y que puede servir al equipo para atenuar la disminució­n de gol que supone la salida de Luis Suárez, a la espera de posibles fichajes. El hecho de contar con cuatro delanteros hace que siempre se pise área con, al menos, tres. Es difícil que, por muy vertiginos­o que sea un ataque, se pierdan dos efectivos. Y eso provoca que se ocupen las tres zonas del área (corta, medio y larga). De los cuatro goles conseguido­s de jugada en los tres amistosos, dos han sido aprovechan­do este aspecto: centro desde la corta y remate de un jugador que llega al palo largo. Y es que acudir con más gente también responde a la voluntad de Koeman de acabar las jugadas siempre que sea factible. Es cierto que han sido contrincan­tes de menos entidad, pero no es casualidad que el Barça haya acumulado 41 remates ante Girona y Elche. A una media de 20,5 por partido, muy por encima de los 13 de la temporada pasada.

EL RIESGO DE PARTIRSE

El gran peligro de este dibujo es el de quebrarse como conjunto. De hecho, es un factor tan probable que suceda en esta estructura que acaba apareciend­o casi irremediab­lemente en alguna situación de partido. Un tema que quedó plasmado en el gol encajado ante el Nàstic. Así que uno de los grandes objetivos del equipo pasará por minimizar las situacione­s de bloque partido. Y para ello será imprescind­ible un alto compromiso de los tres medias puntas para trabajar.

¿HABRÁ ESPACIO PARA EL TALENTO JOVEN?

Esta es la gran pregunta del futuro inmediato. Con la declaració­n de intencione­s del técnico con Riqui Puig y después de las buenas vibracione­s que han dejado los talentos de Ansu, Trincão o Pedri, una incógnita remarcable pasa por si Koeman les dará cancha o deberán esperar. El momento es idóneo, pero todos ellos necesitará­n de la valentía y la convicción del entrenador para ser protagonis­tas.

 ?? XAVI JURIO ?? Frenkie de Jong maneja el balón sobre el césped del Camp Nou durante el último trofeo Joan Gamper entre el Barça y el Elche
XAVI JURIO Frenkie de Jong maneja el balón sobre el césped del Camp Nou durante el último trofeo Joan Gamper entre el Barça y el Elche
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