Un fútbol cada vez más rápido e intenso
Que el fútbol ha evolucionado hacia un juego más rápido y de mayor intensidad es una evidencia que constatan todos los expertos y todos los datos recogidos en los miles de dispositivos que monitorizan jornada tras jornada y entrenamiento tras entrenamiento a los futbolistas. Una buena muestra de ello es la frecuencia de pases por minuto que se realiza en cada partido. Según recoge un estudio realizado por Wallace y Norton tomando como referencia las finales de los Mundiales de 1966 al 2010, estos se han visto incrementados notablemente en las últimas décadas. En 1966 se realizaban 10,75 pases por minuto, una cifra que se elevaba hasta los 14,71 pases en el 2010 y que ha seguido creciendo. Las predicciones de este estudio nos dicen que en el 2030 se llegarían a realizar hasta 16,51 pases por minuto, un 53,6% más que en la década de los sesenta. La frecuencia de pases es tan solo una de las muchas variables que confirman que avanzamos hacia un deporte mucho más rápido y de mayor intensidad. La distancia total que recorre un jugador en un partido también se ha incrementado con el paso de las décadas. A pesar de que los kilómetros finales no han variado tanto y siguen situándose en torno a los 10 km por partido de media, cada vez hay más aceleraciones. La intensidad ha cambiado drásticamente y estudios como el de la revista Aspertar Sports Medicine Journal reflejan que en la última década la intensidad del juego en los deportes de equipo se ha incrementado hasta un 30%.