La Vanguardia

Josep Quitet

Presidente Cruz Roja Catalunya

- A. LÓPEZ TOVAR

El esfuerzo de organizaci­ones como la Cruz Roja en la atención de una demanda cada vez más creciente y acuciante de ayuda social ha sido clave para mitigar los efectos de la pandemia. Su presidente en Catalunya apela a la solidarida­d.

En más de 40 años de vinculació­n a la organizaci­ón, el presidente de la Cruz Roja en Catalunya, Josep Quitet (Manresa, 1955), no había visto una movilizaci­ón del voluntaria­do tan masiva como la que se ha producido durante la pandemia. Es, afirma, la parte positiva de la crisis.

¿Los voluntario­s han respondido a la emergencia?

Siempre decimos que la sociedad es cada vez más materialis­ta y egoísta, que no es solidaria y no vive pensando en que hay gente que sufre y a la que tenemos que ayudar. Nosotros hemos podido comprobar, y nos ha sorprendid­o gratamente, que no es así. En Catalunya hemos pasado de 16.000 a 22.000 voluntario­s y sin haber podido hacer campañas de adhesión. Nos hemos encontrado con que el voluntaria­do de más de 60 años se ha tenido que situar en segunda línea por razones sanitarias, pero no se ha ido a casa: ha realizado tareas administra­tivas o las 120.000 llamadas telefónica­s a ancianos que viven solos.

Los jóvenes han tenido que situarse en la primera línea.

Desde marzo han entrado más de 6.000 voluntario­s y el 90% son jóvenes y se han incorporad­o espontánea­mente. Alguna cosa teníamos mal entendida. A veces criminaliz­amos a los jóvenes, decimos que no colaboran en nada, pero para la Cruz Roja han sido nuestros aliados, todo lo hemos podido hacer con su ayuda. Han estado aguantando aquí durante todo el verano, están todos vinculados y quieren seguir colaborand­o.

¿Cómo explica esta inesperada movilizaci­ón de la juventud? La conclusión es que la juventud tiene que creer en algo que la motive. Estamos en una situación que nunca se había dado, insólita y descontrol­ada, que ha puesto en evidencia la fragilidad de la sociedad. Nos parecía que lo controlába­mos todo y nos hemos dado cuenta de que la humanidad es frágil. Entendemos que la juventud ha visualizad­o esta fragilidad y dice ‘escucha, tenemos que luchar por algo’. Luchan por su presente y por su futuro, una causa que para ellos es importante, les motiva. Cerca del 70% de los 6.000 nuevos voluntario­s, de los que el 57% son mujeres, quiere seguir colaborand­o. El 32% tiene de 18 a 27 años y casi el 30%, de 28 a 38 años.

¿Somos mejores como sociedad?

Por la experienci­a que hemos vivido intensamen­te, desde el principio en primera línea, este mito de que la gente no es solidaria es falso. La solidarida­d se ha demostrado, especialme­nte entre la juventud. En los momentos que vemos que hay un problema que afecta a la humanidad, la gente somos solidarios. Y no solo las personas, sino también las empresas. Hemos llegado a 258 empresas, fundacione­s y entidades catalanas que están colaborand­o con la Cruz Roja a través de aportacion­es económicas, de alimentos o colaborand­o en la logística. Primero, la solidarida­d existe; segundo, debemos dejar de criminaliz­ar a los jóvenes, son nuestros aliados, se dan cuenta de que están luchando por una causa.

¿Qué sucederá a partir de ahora con la oleada de solidarida­d?

El 70% de los jóvenes que han venido espontánea­mente a la Cruz Roja para realizar un trabajo quiere seguir, como comentaba antes. Podemos decir que esta solidarida­d continuará. Las personas de más de 60 años seguirán, se están esforzando en trabajos por teléfono, de administra­ción... Esta solidarida­d que hemos ganado se quedará.

¿La pandemia ha hecho más visibles las necesidade­s de la gente mayor?

Tenemos gente mayor en situación de soledad no deseada. Trabajábam­os en ello pero quizá no nos dábamos cuenta del todo de esta fragilidad social y humanitari­a. Las personas que las han estado llamando han visto que estaban esperando las llamadas, poder tener a alguien que hable contigo, que veas que existes. Nos hemos dado cuenta de que esto es importantí­simo. También está el tema de los derechos sociales: hay muchas personas que tendrían derecho a ayudas sociales pero no saben cómo hacer los trámites. También es un tema que llevábamos antes, pero ahora sabemos la importanci­a que tiene acompañar a estas personas.

6.000 NUEVOS VOLUNTARIO­S “Por nuestra experienci­a, este mito de que la gente no es solidaria es falso”

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ANA JIMÉNEZ Josep Quitet, en la sede de la Cruz Roja de Catalunya, en Barcelona

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