Dan Stevens, todo un caballero en ‘Downtowm Abbey’, no quiere ser galán
El actor de ‘Downtowm Abbey’ se mudó a Hollywood en busca de mayores desafíos
Cuando apareció en uno de los papeles principales en Downtown Abbey hace casi una década atrás, Dan Stevens ya llevaba unos seis años de carrera en Inglaterra, donde nació. Pero el personaje que le tocó interpretar en la serie creada por Julian Fellowes no podría haber sido más perfecto para él. Su personaje, Matthew Crawley no solo era extremadamente apuesto sino que además era un buen hombre, tenía las mejores intenciones y estaba perdidamente enamorado de lady Mary, interpretada por Michelle Dockery.
Para el deleite de los televidentes, Matthew terminó casándose con ella, pero sobre el final de la tercera temporada y en el mismo momento en que Mary daba a luz, un tremendo accidente sacó a Crawley de la historia y a Stevens de la serie. Aquello, que dejó a mucho seguidores traumatizados, no había sido casual. El contrato del actor, que fue adoptado de niño por una pareja de maestros, vencía al tercer año y Dan no quiso renovar a pesar de la insistencia de Fellowes y de los ejecutivos de Carnival Films y Masterpiece Theatre. Aunque probablemente ya habían comenzando las negociaciones con Bill Condon y Disney para que hiciera el papel de la Bestia en la versión con actores de carne y hueso que protagonizaría Emma Watson, la ansiedad del actor por marcharse nada tuvo que ver con la lógica de forjarse una carrera en Hollywood como el galán de moda, pero sí con la decisión de buscar papeles muy diferentes a los que tenía acceso en Inglaterra.
A Dan Stevens siempre le interesó más la experimentación, la variedad y los desafíos que el dinero, y por eso aceptó hacer de la Bestia por lo complicado del papel y no porque fuera quien se iba a quedar con la chica. Mucho tiempo después confesó que lo que le llevó a decidirse fue el miedo que sentía por tener que pasarse meses metido en un traje de captura de movimientos. Poco tiempo después de su partida de Dowtown Abbey le explicó al Telegraph de Londres: “Era un trabajo que ocupaba todo mi tiempo y yo quería tener la oportunidad de hacer otras cosas”. Y en el 2015 le dijo al Daily Mirror: “La forma en que Matthew se fue de la serie fue muy triste e impactante pero yo no la elegí. Pero le sigo pidiendo perdón a la gente. Fueron muchos los que se enfadaron conmigo”.
Dueño de un notable rango como actor, en Los Ángeles buscó papeles que rompieran con los estereotipos: adelgazó 13 kilos para tener un aspecto inusual en Caminando entre las tumbas, en la que interpretó al hombre que contrata a Liam Neeson para que investigue la desaparición de su esposa y luego los volvió a recuperar para encarnar a un amable villano en The Guest, que al día de hoy sigue generando aplausos. Posteriormente se puso a las órdenes de Nacho Vigalondo en Colossal y del israelí Joseph Cedar en
Norman: el hombre que lo conseguía
todo, e interpretó a Charles Dickens en El hombre que inventó la Navidad.
Pero el personaje que más disfrutó es el de David en Legion, la serie psicodélica creada por Noah Hawley e inspirada en una historieta de Marvel le permitió interpretar múltiples variables de si mismo a lo largo de sus tres temporadas. Aún así, la búsqueda de desafíos nunca termina para él, por lo que a principios de este año se lo pudo ver en una nueva versión de La llamada de
lo salvaje que protagonizó Harrison Ford y también en The Rental, una película independiente con la que debutó como director Dave Franco. Además, ya se ha comprometido para participar en la película de la directora alemana Maria Schrader y en la que le prestará la voz a un robot que habla en alemán, un idioma que Stevens domina a la perfección, al igual que el francés, algo que ya demostró en Hilde.
Pero si hace falta una muestra de que Dan puede hacer absolutamente de todo, esa es su trabajo en Festival de la Canción de Eurovisión: La historia de Fire Saga, que se estrenó en medio de la pandemia en Netflix. Allí se convirtió en Alexander Lemtov, un cantante ruso y gay de música pop con el que el que compitió de igual a igual con Will Ferrell para ver cual de los dos era el más divertido.
Acaba de interpretar a un cantante eurovisivo, ruso y gay y en su nuevo proyecto pondrá voz a un robot en alemán