La Vanguardia

“Soy pícara, pero mi intención jamás es ofender a la gente”

SUSI CARAMELO CÓMICA Y PRESENTADO­RA DE ‘CARAMELO’

- ALBERT DOMÈNECH

Susana Cabero Jaén (l’hospitalet de Llobregat, 1980), más conocida como Susi Caramelo, es una humorista que desde muy pequeña sabía que su futuro estaba ligado a los escenarios. Enamorada de los monólogos se aproximó a la escena catalana de la mano de nombres como Toni Moog o Carles Flavià para, en el 2008, dar el salto a Madrid, donde diversific­a su currículum haciendo de dobladora, cómica, guionista, reportera o animadora de platós. Su momento mediático le llegó de la mano del programa

Las que faltaban donde su estilo pícaro y desenfadad­o no pasó desapercib­ido. La catalana es ahora protagonis­ta absoluta del programa de canal #0 de Movistar+, Caramelo , un docurealit­y que mezcla sus peripecias personales con su sello gamberro en los reportajes.

Venden el programa como una fiesta para los lunes, lo cual ya parece un reto atractivo. ¿Qué debe esperar el espectador de su programa?

El programa es como un mundo de fantasía e ilusión. El espectador encontrará en cada entrega algo distinto y sorprenden­te, por lo que la audiencia nunca sabrá qué le espera la próxima semana. De hecho, en nuestro caso no vas a esperar nunca nada porque cada programa es completame­nte diferente del otro.

A usted la hemos visto destacar como colaborado­ra de espacios televisivo­s pero ahora se pone al frente de un formato que lleva su marca. ¿Qué faceta de Susi Caramelo quiere potenciar con este marco más personal?

Me vais a ver en estado puro ya que el espacio es una mezcla de docurealit­y y de pasajes de mi persona y de mi vida personal. El espectador conectará con muchas cosas de mi entorno: conocerá a mis amigas, mis vecinos, mi barrio, mi perro... Esto implica que se mezclará la Susi loca de los reportajes con la Susi más real. En el primer programa solté que me había quedado soltera porque mi novio me había dejado...no tengo filtro, lo cuento todo (Sonríe).

Vaya, que hace un valiente ejercicio de apertura de puertas de su intimidad...

Eso es. Hombre, mi casa no va a ser mi casa porque hay mucho loco por ahí (Sonríe). Pero sí que veréis como me muevo por mi entorno o por mi barrio, por ejemplo. También te digo que hay cosas que es evidente que me voy a guardar para mi vida personal, ¡no puedo mostrarlo todo! Pero seguro que la gente conocerá muchas otras cosas de mí...

¿Hay mucha diferencia entre la Susi reportera alocada y la persona que queda cuando se apaga la cámara?

Soy igual, no hay diferencia. Siempre

he sido así y no soy capaz de fingir tanto rato, la verdad. Si me metieran en una casa de estas en Gran hermano verías que soy la misma persona...

¿Llegará ese momento?

¡No llegará! (Ríe). Si lo puedo evitar no llegará, no me quiero mostrar tanto.

Me comentaba antes que no tenía filtro, ¿su humor tampoco?

Creo que en el humor no debería tener límites. Tanto los cómicos como el público tienen que ser lo suficiente­mente sensatos y responsabl­es como para distinguir el humor de una agresión verbal o una ofensa. Como cómica sí que es cierto que hay temas que prefiero no tocarlos para que nadie se sienta ofendido, y ahí está mi sensatez; luego hay bromas que pueden ser más o menos bestias pero que no dejan de ser bromas. Por eso se tienen que interpreta­r y ahí está la sensatez del público.

¿Qué temas se ha impuesto no tocar?

No me gustar reírme de los defectos físicos de la gente o de desgracias que la gente no ha elegido. Que yo no los toque no quiere decir que me ofenda si otros cómicos lo hacen.

¿Lo ha pasado mal fuera de cámara después de haber tenido que vacilar a gente que no conoce?

¡Me divierte mucho! A ver, hay algunas preguntas que las hago pensando en que te encontrará­s a alguien cachondo y ves que es mucho más serio de lo que pensabas...se hace todo paulatinam­ente y dentro de mi locura estoy muy organizada. Eso sí, si te fijas bien, mis intervenci­ones siempre las hago desde el respeto, no me suelo pasar con la gente. Lo que sí soy es pícara, pero siempre desde el respeto e intento no ofender a la gente, esa jamás es mi intención.

¿Alguien le ha dado un toque o le ha intentado parar los pies?

Sí. He tenido un par de situacione­s tensas con dos actrices. Una de ellas es una actriz a la que admiro profundame­nte desde siempre y creo que la pregunta que le hice era muy suave pero no se la tomó bien. Eso también pasa, que cada uno se toma las cosas como le da la gana.

Vayamos al mediático capítulo en el que enseñó los pechos en mitad de un reportaje. ¿Aquello le benefició o le ha puesto una losa encima?

Fue a raíz de eso que se me empezó a conocer más, así que no te diré que me vino mal (Ríe). A mi me da igual enseñar los pechos, ya lo habéis visto. Lo que no me gustaría es que la gente solo se quedara con eso porque yo no soy solo eso. Ahí visteis el poco filtro que tengo y es cierto que la gente me empezó a conocer por ello, pero creo que fue una acción más que justificad­a y un momento que en mi opinión, no fue gratuito, y en el que se alinearon todos los astros. Sé que la gente no se ha quedado solo con eso, así que no me ha sentado mal. En realidad, hubo pocas críticas, nadie dijo que mis pechos fueran feos (Bromea).

SU VISIÓN DEL HUMOR “Cómicos y espectador­es deben distinguir el humor de la agresión verbal”

 ?? MOVISTAR ?? La humorista está al frente del programa Caramelo todos los lunes
MOVISTAR La humorista está al frente del programa Caramelo todos los lunes

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain