Una violación en grupo y una red de proxenetas sacuden Valencia
El juez envía a prisión a cuatro hombres por agredir a una menor de 16 años
Dos noticias sin nada que ver han sacudido este fin de semana la sociedad valenciana y española. ¿Sin nada que ver? Sería más correcto decir sin conexión entre sí, pero con un denominador común: la violencia sexual contra las mujeres y la cosificación de los cuerpos femeninos. El pasado sábado, en una operación de la que ayer trascendieron los últimos detalles, la Policía liberó a nueve mujeres obligadas a prostituirse en tres locales de Alicante. Ese mismo día se conoció un nuevo caso de violación en grupo. Y la víctima es una menor. Ya se han producido las primeras detenciones. Los investigadores han arrestado a diez presuntos proxenetas, integrantes de una organización dedicada a la trata de seres humanos con fines de explotación sexual y tráfico de drogas. En el argot policial se conoce a las víctimas de estas mafias como mujeres enlatadas. Más allá de la idoneidad del adjetivo, resulta ilustrador de las condiciones en que son explotadas. Son colombianas y venezolanas. Una vez en España, se les retiraba la documentación para que no pudieran huir y se les amenazaba con hacer daño a sus familias si trataban de hacerlo. Vivían confinadas en una habitación, a disposición de los clientes las 24 horas del día, los siete días de la semana. Incluso estando enfermas eran obligadas a prostituirse. Mujeres enlatadas.
El juzgado de primera instancia e instrucción número 1 de Ontinyent (Valencia), en funciones de guardia, acordó el sábado el ingreso en prisión de cuatro de los seis detenidos por el otro caso, la violación grupal a una menor de 16 años en el municipio valenciano de l’olleria. Se investiga a los cuatro hombres por un presunto delito de agresión sexual, abuso sexual contra la menor y omisión del deber de impedir delitos, “sin perjuicio de ulterior calificación”, es decir, que en el transcurso de la instrucción podrían aparecer nuevos tipos penales. El juez ha decretado el secreto de las actuaciones, algo habitual en estos casos, y más cuando hay que proteger a una menor.
Los otros dos supuestos implicados son un menor de edad, que ha pasado a disposición de la Fiscalía de Menores y ha quedado a cargo de sus padres, mientras que el sexto quedó en libertad –también con cargos– después de ser interrogado ante los agentes de la Guardia Civil que investigan los hechos. El suceso tuvo lugar la madrugada del viernes al sábado, durante una fiesta en un paraje cercano al casco urbano de l’olleria, una población de la comarca valenciana de La Vall d’albaida. Los encargados del caso investigan si la víctima pudo haber sido intoxicada con alguna sustancia que anuló su voluntad. A las puertas de los juzgados de la localidad de Ontinyent, de la que depende judicialmente l’olleria, se concentraron decenas de personas con gritos que exigían el fin de la violencia sexual.
La Guardia Civil investiga si los acusados intoxicaron a la víctima para anular su voluntad