Chicos nuevos en la oficina
Los cuatro fichajes fueron los cambios de Koeman, incluido el debut de Dest
Hay chicos nuevos en la oficina. Hay vecinos nuevos en el vestuario. Hay cromos nuevos en el álbum. Y han llegado para que se les utilice, no para hacer bonito ni como adorno. Nada de mirar y aprender. Nada de entrar poco a poco. Ronald Koeman los quiere metidos. Los necesita con chispa. Y con 1-1, el entrenador –otro recién llegado– no dudó en dar entrada a todos los nuevos.
“Los últimos serán los primeros”, dice San Mateo en la Biblia. Y en el método de Koeman es realmente así. Los que acaban de aterrizar fueron los únicos que entraron desde el banquillo como refresco. Incluido Sergiño Dest, que tuvo que debutar como lateral izquierdo por la lesión de Jordi Alba.
El Barça acabó con los cuatro fichajes de este mercado más Araújo. En total, cinco futbolistas que no vivieron el 2-8 de Lisboa, aunque el uruguayo sí que estuvo en el banquillo. Es la demostración que uno de los objetivos era renovar y airear el ambiente y también el equipo.
Hay diez jugadores blaugrana que han sido titulares en las tres jornadas pero el resto también cuenta, también juegan. No tienen un papel testimonial pese a que viniesen de un Segunda, el Las Palmas, o del Sporting de Braga portugués. No mira Koeman si tienen 17, 19 y 20 años. Tampoco importa si el viernes fue el primer entrenamiento con el equipo como en el caso de Dest. Esa valentía y lectura de partido ya es una novedad respecto a las etapas de Setién y Valverde, más conservadores a la hora de mover banquillo.
La meritocracia es una de las reglas de este Barça y Koeman cree que hay que premiar a los que son dignos de una oportunidad. Esa es su apuesta, creer en los que se lo ganan, en los que corren y se implican. “Si hago los cambios es por algo. Pedri ha entrado en todos los partidos porque se lo merece. Igual que Trincão”, dijo el holandés en la previa. Se refería al Villarreal y al Celta. Pero ayer la historia se repitió. Nada más empezar la segunda parte, el técnico los mandó a calentar. A la hora de partido, el canario y el portugués saltaron al terreno de juego.
Trincão sustituyó a un campeón del mundo como Griezmann. El extremo pudo dar el triunfo en el minuto 91 en una cabalgada por la derecha. Disparó con la zurda, su pierna buena, pero Bono le adivinó la intención. Pedri, por su parte, entró por Ansu Fati, el chico de oro. Pero es que el tinerfeño es de plata, con balón. No brilló como en otros días pero recuperó cinco pelotas.
La segunda tanda de cambios sirvió para comprobar que Koeman no se cierra a jugar con tres centrocampistas puros pues Pjanic reemplazó a Coutinho en el 75. El bosnio debía dar mayor control al Barça y vio una de las tarjetas más rápidas de su carrera (77). Con él, ingresó Dest, que se estrenaba. El primer estadounidense demostró descaro. Pudo chutar pero prefirió asistir a Messi. Normal siendo el primer día.
La de los nuevos contrasta con la desaparición de Ousmane Dembélé. Con el partido empatado, el francés no solo no salió sino que ni siquiera calentó. Ser caro o llevar más tiempo no siempre es ser útil.
EL CONTRASTE
Con el partido empatado, Dembélé no es que no saliese de revulsivo, es que ni siquiera calentó