Luces y sombras
Un Valdebebas vacío y con ausencias sonadas
Valdebebas no mostró el domingo el aspecto que se podría esperar del primer partido entre Real Madrid y FC Barcelona. La crisis sanitaria provocada por el coronavirus deslució una cita que entrará en los libros de la historia del fútbol femenino y vació unas gradas que solo mostraban a algunos trabajadores de la ciudad deportiva, a periodistas –un máximo de 20 por las estrictas medidas de seguridad– y a algunas autoridades que no se quisieron perder el partido.
Sin duda los nombres más destacados en el palco del Madrid fueron los del presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, y el de la presidenta del Consejo Superior de Deportes (CSD), Irene Lozano.
Ambos se felicitaron públicamente por el crecimiento que está experimentando el fútbol femenino y por lo positivo de la entrada del Real Madrid en la Primera Iberdrola.
Pero no todo fueron luces y las ausencias también dieron que hablar. A diferencia de lo que ocurre con los clásicos masculinos, ayer no compareció ninguno de los dos presidentes al encuentro. Ni
Josep Maria Bartomeu, que delegó su presencia en el directivo responsable del fútbol femenino, Xavi Vilajoana, ni el anfitrión, Florentino Pérez, presenciaron el partido en Valdebebas.
El Real Madrid ha llegado al fútbol femenino, sí, pero lo ha hecho tarde, cuando todos los grandes del fútbol español ya hace años que apuestan por ellas. Su irrupción debería ayudar a atraer más afición, más patrocinadores, y mejores futbolistas que quieran unirse a esta liga. En definitiva, a impulsar el crecimiento de la Primera Iberdrola para situarla donde merece estar, como una de las competiciones de referencia a nivel mundial.
Pero para que todo esto se materialice se debe dar primero una visibilidad real a todos y cada uno de los equipos de la Primera Iberdrola y eso pasa por emisión televisiva de todos los partidos –algo que a día de hoy parece imposibley por una cobertura mediática digna, algo de lo que son responsables los medios, pero también los clubs.
Todavía hay equipos, incluido el Real Madrid, que se resisten a ofrecer ruedas de prensa antes de los partidos y se limitan a publicaciones escasas en las redes sociales. Una estrategia nada coherente con las reivindicaciones históricas de este deporte, que reclama a gritos más atención.