La sorpresa Kitata
La lluvia y el frío pueden con el favorito Kipchoge en el regreso de los maratones de élite
El maratón londinense del coronavirus iba a ser único de todas maneras por la falta de público en las calles, por estar reducido a atletas de élite, y porque no iba a pasar por la Torre de Londres, el Big Ben o el Cutty Sark. Lo que no estaba en el programa es que también lo sería por el resultado, la primera derrota en esta distancia del keniano y poseedor del récord mundial, Eliud Kipchoge, desde el 2013. Lo que iba a ser un paseo desde el anuncio de la retirada por lesión del etíope Kenenisa Bekele se convirtió para él en una pesadilla.
No quiso echar la culpa a las pésimas condiciones climáticas (10 grados y una lluvia persistente que desde hace días tiene entre sus garras a la capital inglesa), ni tampoco a las complicaciones que la pandemia han significado a la hora de prepararse, lo cual le honra. Pero el frío y el agua fueron sin duda un factor importante, y quienes mejor se adaptaron a los elementos fueron Shura Kitata y Vincent Kimchumba, un etíope y un keniano respectivamente, pero ni mucho menos los que decían los pronósticos.
Kitata ganó en un emocionante esprint, casi más propio de carrera de corta distancia o de etapa del Tour de Francia que de una maratón, en un tiempo de 2h5m41s, lejos del récord mundial de 2h1m39s que Kipchoge, cuatro veces ganador en Londres, estableció en el 2018. El plusmarquista, de 35 años, empezó bien la carrera pero no pudo establecer tierra de por medio, y sufrió en los últimos quince kilómetros, con dolores de oído y calambres que no le permitieron seguir el ritmo.
El maratón consistió en diecinueve vueltas a un circuito en el parque de Saint James, y Kitata, su compatriota Sissay Lemma y Kipchumba doblaron la última curva casi emparejados. El eventual ganador, de 24 años, cruzó la meta un segundo por delante de su principal competidor, y atribuyó el éxito a su excepcional preparación, con la ayuda del ausente Bekele.
La meteorología fue todavía más hostil para las mujeres, que corrieron su maratón a partir de las siete y cuarto de la mañana, cuando el frío y la lluvia eran más intensos. Aquí en cambio no hubo sorpresas, y la keniana Brigid Kosgei, que posee el récord mundial, se impuso con un tiempo de 2h18m58s, más de tres minutos por delante de la norteamericana Sarah Hall, con la campeona mundial Ruth Chepngetich, también de Kenia, en tercer lugar.
Aunque sólo participasen atletas de élite, y otros 45.000 corredores hicieran los 42,195 km de manera virtual allí donde se encontrasen, la mera celebración del maratón de Londres, prevista originalmente para el pasado abril, fue un éxito. Tanto la de Berlín (que tenía que haberse corrido el pasado fin de semana) como las de Chicago y Nueva York han sido canceladas por culpa de la pandemia.
La utilización generalizada de unas zapatillas con una tecnología que desde su lanzamiento facilita marcas mejores, unida a unas pantallas que en cada vuelta al circuito informaban a los corredores del ritmo que llevaban, no hicieron esta vez milagros. Los elementos de la naturaleza neutralizaron esas ventajas y pudieron más.
LA PRUEBA FEMENINA La keniana y poseedora del récord mundial Brigid Kosgei defendió su título sin ningún tipo de problemas