El virus amenaza el voto de censura
El empeoramiento de la evolución de la pandemia de coronavirus en Catalunya obligará a extremar a partir de hoy las medidas sanitarias a cumplir por la ciudadanía y eso podría condicionar la celebración del voto de censura contra Josep Maria Bartomeu y su junta directiva. La fecha de la convocatoria a las urnas, sea cual sea la decisión que se tome, será anunciada probablemente mañana por el club. El del 31 de octubre y el 1 de noviembre sigue siendo el fin de semana con más posibilidades.
El presidente del FC Barcelona dio indicaciones el pasado viernes en el club para presentar el protocolo necesario con objeto de convocar las urnas y será la Generalitat, a través de su secretaría de Deportes primero y de las autoridades sanitarias después, la institución que deberá validar el plan. En principio la opinión de la Generalitat, en oposición a la manifestada por los servicios jurídicos azulgrana, era favorable a la celebración, siempre que se espaciara temporal (dos días) y físicamente poniendo a disposición de los socios varias sedes a la vez, incluso fuera de la geografía catalana, pero las circunstancias siguen empeorando y la prioridad sanitaria aboga por evitar cualquier tipo de concentración y, por consiguiente, de contagios.
El Barça, paralelamente a su propuesta de protocolo, está elaborando otro informe para contemplar la entrada de público en partidos de Champions League, aunque es altamente improbable que la autorización llegue, y menos aún con motivo del Barça-ferencváros del próximo día 20 de octubre.
Si la Generalitat da finalmente su visto bueno al voto de censura, la semana que viene la junta de Bartomeu se reunirá para estudiar la situación. Podría dimitir y dar paso a la junta gestora, transición de obligado cumplimiento como paso previo a las elecciones, o podría dar luz verde al voto de censura, en la que los socios decidieran su continuidad o no en el palco.
EL PROCESO
El Barça ha presentado un protocolo de actuación y tiene clara la fecha pero será la Generalitat la que decida
En la directiva, a la espera de la junta pendiente y decisiva, sigue habiendo divergencias acerca de cómo actuar. Incluso hay algún directivo que confía aún en que la denuncia realizada por los servicios jurídicos del club ante la Guardia Civil por presuntas irregularidades en las firmas surta efecto a través de la anulación cautelar del proceso por parte de un juez. También los hay que prefieren la dimisión para evitar un nuevo gasto a la entidad: el que supondría encadenar en apenas tres meses dos convocatorias electorales.
La economía de la entidad, sin ingresos, sigue siendo lo que más preocupa de puertas adentro. Incluso más que la moción.