La Covid-19 acecha las urbes
La mayoría de las comunidades endurece las restricciones y confinamientos ante el avance del coronavirus
Todo se ha desbocado. En las últimas semanas, la situación epidemiológica de la mayoría de las comunidades, incluidas las ciudades autónomas, ha emperorado. El coronavirus se ha hecho fuerte con la bajada de las temperaturas y la necesidad de buscar calor en los espacios interiores. En España y en Europa. El problema es que en España la Covid-19 no ha dado tregua ni en verano, aunque algunos responsables políticos quisieran obviarlo. Ahora, el problema es que el virus acecha las urbes y sus áreas de influencia, afectando a un mayor número de personas y con mayores consecuencias para la economía. Ante esta evidencia, los gobiernos autonómicos recrudecen las restricciones, conscientes de que les quedan pocas semanas para contener al virus y evitar el colapso de los hospitales.
El viernes se alcanzaron los datos más altos de casos de esta segunda ola, más de 15.000 nuevos, y de fallecimientos, 222. Las alarmas se han disparado y, en las últimas horas muchas comunidades han emitido órdenes para limitar las reuniones sociales (la mayoría, de 6 personas), la reducción de los aforos de comercios, bares y restaurantes (al 50% en el interior) y el cierre de los establecimientos hosteleros a las 22 horas (algunos, hasta la medianoche y otros, como Catalunya y Melilla, cierre total ). Y algunas, el cierre perimetral de municipios y ciudades.
Castilla y León ya tiene tres capitales de provincia con medidas similares a las que rigen en nueve municipios de la región de Madrid, incluida la capital, bajo el estado de alarma. A Palencia y León se sumó ayer Salamanca, cuyos habitantes no podrán salir y entrar de la ciudad sin causa justificada. Ni siquiera el puente del 1 de noviembre, la semana que viene.
Castilla-la Mancha, en mejor situación que su homónima leonesa, mantiene restricciones de horarios y aforos en Guadalajara, Toledo y Cuenca, aunque también tiene afectados municipios densos como Talavera de la Reina, con más de 80.000 habitantes.
Andalucía, que ha mantenido bastante controlada la Covid-19, ha visto como sus cifras se disparaban en Granada y su área metropolitana (31 municipios, con más de 500.000 habitantes), superando los 500 casos por 100.000 habitantes. Desde ayer, hay limitaciones de aforos y horarios (los bares cierran a las 22 horas) y no se descarta el cierre perimetral si la situación no mejora en las próximas dos semanas como ya han hecho en la localidad cordobesa de Almodóvar del Río, en Linares (Jaén) y Écija y Casariche, ambas de Sevilla.
Los responsables de La Rioja no cesan de analizar la situación de Logroño y su área de influencia, al límite del confinamiento. En las últimas horas se están realizando unos 6.000 test para comprobar el avance de la epidemia y con esos resultados se tomará la decisión de restringir la movilidad.
Las tres capitales de Aragón (Zaragoza, Huesca y Terurel), comunidad especialmente azotada por el virus desde el mes de julio sin conseguir atajarlo, se encuentran con medidas similares a la fase 2 de la desescalada, algo que también ha hecho Asturias (en toda la región), pese a que su situación es de las mejores de España. El Principado de Asturias ha vuelto a la fase 2 aunque “modificada”. El Gobierno regional ha pedido a la población que se autoconfine y limite la actividad social. Además ha prohibido el consumo en barra y limitado las reuniones en los bares a 6 personas por mesa.
Cantabria registró ayer 113
Granada y Salamanca se suman a las restricciones en León, Zaragoza, Ourense y Cuenca, entre otras
nuevos contagios, que se suman a los 100 casos del viernes, “un gran repunte” ante el que la Consejería de Sanidad ha recomendado a la población de Cantabria realizar “autoconfinamientos voluntarios” en el domicilio. Así lo ha aconsejado en un comunicado, que ha pedido también limitar “al máximo” la actividad social y reducir la movilidad salvo casos “estrictamente necesarios”.
Canarias ha creado un sistema de semáforos para diferenciar las medidas que se imponen en cada una de las islas. En este momento tienen semáforo rojo las islas de Tenerife, Gran Canaria, Fuerteventura y La Gomera. En ellas se imponen restricciones mayores, como la limitación de 10 personas para la celebración de eventos y actos y el cierre de los establecimientos de hostelería a medianoche.
En Galicia, la Xunta mantiene las restricciones de movilidad en la ciudad de Ourense, mientras vigila la situación de las de Vigo y Santiago de Compostela.