Euskadi cierra la hostelería a medianoche y limita las reuniones a seis personas
El Gobierno vasco no descarta restricciones en la movilidad los próximos días
De transmisión “tensionada” a “alta”. El cambio de escalafón de la situación del coronavirus en Euskadi, en “expansión exponencial”, ha llevado al Gobierno vasco a adoptar nuevas limitaciones, entre las que se contempla el adelanto del cierre de la hostelería a medianoche, la reducción de todos los aforos al 50% –salvo las terrazas– y de las reuniones de 10 a 6 personas.
La movilidad, por ahora, no se toca, si bien la posibilidad se volverá a valorar en las próximas fechas. “No nos queda otra que ser más restrictivos”, subrayó ayer la consejera de Salud, Gotzone Sagardui.
La adopción de nuevas restricciones era un hecho desde que el lehendakari Iñigo Urkullu convocara de urgencia el viernes la reunión de ayer del Comité Asesor de Protección Civil (LABI), encargado de seguir la evolución de la Covid-19. La nueva orden decidida será oficial en los “próximos días”, una vez sea ratificada por el Tribunal Superior de Justicia de la comunidad.
Asimismo, se prohíben las actividades en txokos y sociedades, el uso de los parques solo podrá ser hasta las 23 horas –para evitar los temidos botellones–, se marca un máximo de 400 personas en eventos en interiores y de 600 en exteriores y se suspenden todas las competiciones del deporte escolar no federadas.
El Ejecutivo vasco no introduce restricciones en la movilidad pero tampoco las rechaza a corto plazo. “Las limitaciones de movilidad se contemplarán en los próximos días, no descartamos tomar alguna medida más quirúrgica”, recalcó Sagardui, quien apeló a la “responsabilidad”
y a “limitar al máximo” los contactos sociales.
Por otro lado, la titular de Salud informó de otras actuaciones para tratar de contener la ola. Así, se va a ampliar la red de rastreo, que incorporará a 45 personas hasta alcanzar las 375, y se van a empezar a realizar pruebas antigénicas –los test rápidos que permiten detectar la membrana que rodea al coronavirus–. Asimismo, el aislamiento de positivos se fija en 10 días y la cuarentena de los contactos directos se reduce a ese mismo espacio temporal.
Con respecto a las cifras concretas, la tasa de positividad llegó ayer al 7,73 %. “Los datos muestran un claro ascenso y creemos que seguirá así en los próximos días, nos encontramos en un escenario de transmisión alta”, admitió la titular de Salud. Euskadi ha subido un escalón dentro de su plan de control del virus, situándose en el cuarto peldaño sobre 5. En cuanto a los nuevos positivos, el País Vasco registró 841 contagiados las últimas 24 horas en las 10.867 PCR practicadas, una cifra que supone la segunda más alta de toda la pandemia, superando los 828 positivos del día anterior. La tasa de incidencia acumulada en 15 días es de 323,81 casos por cada 100.000 habitantes.
En Navarra, la situación es muy preocupante. La tasa de positivos, lejos de bajar del 10%, continúa al alza y ayer se situó en un 16,1%. La tensión asistencial aumenta y el porcentaje de ocupación de las ucis, único indicador no superado por la comunidad para restringir movimientos, subió en tres puntos, hasta llegar al 30% –el límite está marcado en el 35%-. Ante este panorama, el Ejecutivo foral valora el confinamiento de Pamplona y su comarca, donde se acumulan el 67% de los nuevos contagios y, además, se concentra el 51% de la población de todo el territorio. El Gobierno autonómico espera de todas formas que en los próximos días se aprecie una mejora de los datos por el impacto de las restricciones aplicadas desde el martes, como el cierre de la hostelería a las 22 horas, la reducción de aforos al 30% y la limitación de las reuniones a seis personas.
Navarra, con una tasa de positividad del 16,1%, valora el cierre perimetral de Pamplona y su comarca