Irán se reintegra al mercado de venta y compra de armas
Ya no va más. Después de meses de una larga campaña diplomática del secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo para impedirlo, el embargo del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que prohibía a Irán la venta y compra de armas fue levantado ayer, según lo contemplaba el acuerdo nuclear firmado entre Irán y las grandes potencias en el 2015.
Y como tal se celebraba en Teherán, que lo interpreta como una victoria contra el Gobierno del presidente Donald Trump que después de retirarse en el 2018 del Jcpoa –siglas en inglés por las que se conoce el acuerdo– impuso una campaña de máxima presión contra Irán que ha hecho aún más crítica la crisis económica que ya venía de tiempo atrás.
“Felicitamos a la querida nación de Irán y les estamos entregando la buena noticia que diez años después un cruel embargo de armas, este será levantado el domingo”, dijo el presidente Hassan Rohani el pasado 14 de octubre. Ayer, el ministro de Asuntos Exteriores, Mohammad Javad Zarif, recibió la noticia con un tuit en el que aseguraba que era un día trascendental para la comunidad internacional que protegió el acuerdo.
Pero, ¿cuál es el verdadero alcance de esta medida? ¿Podrá Irán comprar y vender sin contratiempos? La respuesta es mucho más compleja de lo que los documentos firmados reflejan. En teoría Irán podrá comprar –o vender– armas convencionales, helicópteros y tanques, entre otros. Y en teoría no hay ninguna restricción para hacer las transacciones económicas que requieren las operaciones.
“Dependerá de cada país hasta dónde quiere llegar. Por el lado europeo tenemos nuestras propias restricciones que están relacionados con otros aspectos”, explicaba un diplomático europeo que pide no dar su nombre. Estados Unidos sigue imponiendo fuerte presión a cualquier país que haga transacciones con Teherán e incluso pueden ser objeto de sanciones secundarias. China y Rusia, los países más cercanos a Teherán, han expresado su voluntad, aunque está por ver cuán lejos quieren llegar en esta nueva disputa con Washington.
Irán ha estado bajo sanciones, unas veces más fuertes que otras, desde la revolución en 1979 y su acceso a armas ha sido restringido. Esto
En teoría Teherán ya puede comprar armamento pero a riesgo para terceros de irritar a EE.UU.
lo ha llevado a desarrollar una muy poderosa industria de defensa que lo ha convertido en autosuficiente en muchos campos. Para baterías antimisiles o aviones de combate, en cambio, necesita el mercado internacional.