El soberanismo aborda indulto y amnistía como no excluyentes
Cuixart insta al Parlament a llevar una propuesta de absolución al Congreso
Amnistía, indulto y reforma del delito de sedición. Son las tres propuestas que sobrevuelan para empezar a desjudicializar el conflicto catalán y favorecer a los condenados y encausados para el 1-O. La primera es la opción preferente para el independentismo; la segunda y la tercera las estudian el Gobierno del PSOE y Unidas Podemos. Aunque cada una de las tres opciones tienen sus particularidades no son excluyentes. De eso se ha dado cuenta el independentismo en las últimas semanas, que ha pasado de rechazar totalmente el indulto y la modificación penal a no descartarlos del todo y a solo poner mala cara. Y al revés, desde el entorno de los comunes se ha pasado de decir que la amnistía “es inviable” a no desaprobarla. Eso último ha sido así después de que el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, instara al Parlament en una entrevista en el Ara a sacar adelante una propuesta de ley de amnistía para llevarla después al Congreso, y que la jefa de los comunes en la Cámara catalana, Jéssica Albiach, le respondiera sin oponerse.
Òmnium Cultural hizo público el viernes una carta de su líder en la que este reclama a Pedro Sánchez que “abandone el miedo” y promueva una amnistía que, para ser aprobada, “requiere la misma mayoría parlamentaria” que la que facilitó su investidura como presidente del Gobierno. Y a pesar de mencionar el indulto y el Código Penal, en ningún momento rechaza estas dos opciones de manera explícita.
Ayer Cuixart sí que introdujo un matiz con respecto a la modificación penal, coincidiendo esta vez, por ejemplo, con Jxcat: el delito de sedición, en su opinión, se tiene que eliminar. Es un gesto que tampoco solucionaría “el problema de la represión”, afirma Cuixart, y que tampoco pondría “el contador a cero”. “La amnistía es la única manera que tiene el Estado español de admitir que se ha equivocado”, sentencia.
Ante esta proposición, Albiach no rechazó esta posibilidad, aunque en agosto Jaume Asens, presidente del grupo confederal de Unidas Podemos en el Congreso, había calificado la amnistía de “inviable”. Pero la líder de los comunes sí que avisó de que el indulto y la reforma del Código Penal es un camino “más rápido”. “El objetivo es uno y es la libertad de los dirigentes independentistas, ninguna vía es excluyente”, explicó mientras insistía que el de la amnistía “es un camino muy largo”, que “puede tardar años” a hacerse efectiva a causa de todos los procesos de tramitación que se requieren.
Los comunes, además, subrayan que la última palabra en una amnistía la tendría el Tribunal Constitucional, a diferencia, según hacen notar, de la reforma de la sedición. Igualmente, piensan que la modificación del Código Penal sí que cuenta con la mayoría de la investidura, mientras que recuerdan a Cuixart que eso no pasa hoy en día con la amnistía, ya que el PSOE hasta ahora no se ha mostrado de acuerdo.
Todo el independentismo ve la absolución de la amnistía como la única opción para encauzar una salida al conflicto catalán y para resolver la situación de los “2.850 represaliados” por el proceso soberanista. Desde Jxcat, ERC y la CUP, hasta Òmnium y la ANC. Hay algún matiz. Por ejemplo, en Esquerra no eluden una reforma penal, mientras que el resto cree que no es suficiente con cambios en el texto, sino que el delito de sedición tendría que ser eliminado. Esta posición de los republicanos fue diferenciada en este sentido en una propuesta de resolución que Catalunya en Comú Podem llevó a votación en un pleno del Parlament en septiembre. Los de Oriol Junqueras votaron a favor, junto con las comunes y el PSC, mientras que los posconvergentes, a pesar de querer la supresión del delito, se abstuvieron. La CUP la rechazó.
Albiach no se opone a la sugerencia del líder de Òmnium, pero avisa de que “es un camino muy largo”