Huir del estres con la meditacion
HACER UN PARENTESIS EN NUESTRA RUTINA PARA RELAJAR LA MENTE CON EJERCICIOS DE MEDITACION REPORTA BENEFICIOS A NUESTRA SALUD FISICA Y PSICOLOGICA
Cada vez son más los españoles que padecen estrés de forma frecuente. La pandemia del coronavirus también nos está pasando factura de diferentes maneras, en especial, emocionalmente. Y es que el estrés está considerado la enfermedad del siglo xxi no sin razón. "Vivimos en un mundo acelerado y cambiante en el que muchos no pueden evitar el estrés. Si este se prolonga en el tiempo podemos terminar sufriendo estrés crónico y, en cuyo caso, vernos afectados por enfermedades que se manifiestan con síntomas mentales (pérdida de memoria, falta de concentración, ansiedad…)", se afirma desde el Instituto de Estrés. Pero, también, con síntomas físicos: "La relación entre el estrés emocional y los eventos coronarios mayores ha sido establecida hace ya mucho tiempo. Por ejemplo, se ha demostrado que existe un aumento del riesgo de infarto agudo de miocardio (doble de lo normal) en las dos horas siguientes a un episodio significativo de alteración emocional", asevera la Fundación Española del Corazón (FEC).
Aunque el manejo del estrés puede resultar complicado, porque existen diferentes tipologías (agudo, agudo episódico y crónico), cada una con sus propias características, síntomas, duración y tratamiento, podemos evitar sufrir sus consecuencias tratándolo y gestionándolo adecuadamente. Si es necesario, debemos recurrir a médicos especialistas, pero, para el día a día, tenemos a nuestro alcance un poderoso recurso: la meditación. Practicada desde hace miles de años, originalmente con el propósito de ayudar a profundizar en la comprensión de lo sagrado y en las fuerzas místicas, en la actualidad se usa sobre todo para reducir el estrés y potenciar la relajación.
RUTINA DIARIA Y CONSTANTE
Cualquier persona puede hacer meditación: es barata, no requiere de ningún equipo especial y podemos practicarla realizando cualquier actividad, simplemente poniendo atención plena en el proceso. "Pero, como en toda práctica, debemos tener claro qué hacemos y, sobre todo, para qué lo hacemos", advierte Úrsula Calvo, presidenta de la Asociación Española de Instructores de Meditación y
Mindfulness y CEO del Úrsula Calvo Center. "Podemos meditar un minuto, prestando atención al ritmo natural de nuestra respiración, sin intervenir en ella, aunque esto no aporta los mismos beneficios que una rutina de meditación diaria. Al final, hablamos de un entrenamiento, por lo que requiere constancia y compromiso".
Los expertos lanzan estos consejos para "entrenar" nuestra mente y poder extraer los máximos beneficios de la meditación: • Practicarla a diario. Durante, al menos, 20 o 30 minutos.
• Buscar un lugar tranquilo. Intentar meditar en una habitación o estancia alejada del ruido para evitar distracciones, apagando el móvil y la televisión: el silencio es el mejor aliado de la meditación.
• Encontrar nuestro mejor momento. La meditación no debe hacerse
como un trámite más de nuestra rutina, sino de forma plena y consciente. Por eso, es importante que la hagamos cuando tengamos tiempo, sin prisas. Un buen momento puede ser al levantarnos por la mañana.
• Colocarnos correctamente. Tenemos que sentirnos cómodos durante toda la práctica. Tanto si estamos sentados en el suelo como en una silla o tumbados, la columna siempre tiene que estar recta.
• Concentrarnos en la respiración. Cerrar los ojos y centrarnos en la respiración es la mejor forma de conseguir concentrarnos en nuestro interior y desconectar del día a día. Podemos empezar con unas respiraciones profundas, inhalando y exhalando por la nariz, llevando el aire al abdomen con cada inhalación, notando cómo se expande, y soltando todo el aire en cada exhalación. Después, recuperar nuestro ritmo normal respiratorio y tomar consciencia de cómo el aire entra y sale del cuerpo.
• Ir recuperando el control. Posiblemente, lleguen muchos pensamientos a nuestra mente durante la concentración. Es algo normal. Debemos recuperar el control volviendo una y otra vez a llevar nuestra atención hacia la respiración. La repetición de una palabra o mantra ayuda a la concentración. A muchas personas les sirve también escuchar música relajante de fondo.