Abascal agita al PP y se lanza a la campaña de Catalunya
En Vox no les hace falta esperar al resultado de la votación de mañana para celebrar la moción de censura como un éxito político. En el cuartel general de la formación de extrema derecha han evaluado todos los pros y contras de una iniciativa para la que no cuentan con los votos necesarios. Pero, aun así, el balance que hacen es más que positivo. Y así lo llevan capitalizando desde el pasado 29 de julio, día en el que su presidente, Santiago Abascal, anunció la moción desde la tribuna de oradores del Congreso de los Diputados.
En estos casi tres meses, Vox ha marcado la agenda de la derecha política española a costa del Partido Popular, que, sin comerlo ni beberlo, se encuentra en un callejón de difícil salida. Y, según el último barómetro del CIS, el partido de Abascal ha experimentado un notable crecimiento en intención de voto hasta situarse con un 12,5% como tercera fuerza política, adelantando a Unidas Podemos y colocándose a seis puntos del PP.
Pero aún hay más motivos para el optimismo en Vox. Si la puesta en escena de Ignacio Garriga –el número uno de la formación en Barcelona ha sido el elegido para defender la moción– no defrauda, el partido de Abascal lanzará la precampaña de su candidato a las elecciones autonómicas en Catalunya del próximo 14 de febrero.
Así lo confirmó ayer el secretario general de la formación, Javier Ortega Smith, en una entrevista radiofónica en RNE en la que no ocultó el carácter electoralista de la iniciativa. Las últimas encuestas publicadas recogen la más que probable entrada de Vox en el Parlamento catalán a costa del PP, algo que Ortega Smith enmarcó en la capacidad de su partido para “devolver la esperanza a quienes opinan que España se merece otro futuro”.
En la misma línea se expresó también Iván Espinosa de los Monteros. El portavoz parlamentario calentó las horas previas a la moción
Espinosa de los Monteros critica los “titubeos” de Casado, a quien acusa de “no liderar la oposición”
criticando los titubeos del PP y acusando a su presidente, Pablo Casado, de no liderar la oposición y ser “simplemente un partido contemplativo”. Justo lo contrario de lo que Vox intentará escenificar con una exhibición de músculo por la que los 52 diputados del partido, al menos en la votación de mañana, acudirán al Congreso, a pesar de que, a causa de la pandemia, cada formación únicamente podrá ocupar el 50% de sus escaños.