Illa supedita otro estado de alarma a que el PP lo pida por el toque de queda
El ministro urge a Casado a que aclare si apoyará al Gobierno en caso de prórroga
Para subrayar la gravedad del avance de la pandemia en España, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, quiso comparecer ayer tras el Consejo de Ministros. La situación, dijo, es “preocupante” y “vienen semanas muy duras”: “Hay que reducir la movilidad y los contactos con esfuerzo de todos. Hay que estar en guardia”. Bajo el brazo llevaba el ministro el anuncio de la autorización de compra anticipada de 31.555.469 dosis (para 15 millones de personas) de la vacuna de la Covid-19, de las que el 10% deberían llegar a España en diciembre si la inyectable de Astrazeneca, ahora en fase 3, supera todos los filtros de seguridad.
Pero todo aquello quedó eclipsado por unas declaraciones que hizo por la mañana el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique García Escudero, según el cual el Ejecutivo madrileño se plantea pedir al Gobierno central un toque de queda una vez se levante el estado de alarma que pesa sobre esa región y que decae este sábado 24. Antes de ese día, está convocado –el jueves– el Consejo Interterritorial, donde Illa pretende consensuar un plan de alertas homogéneo para todas las comunidades autónomas que fije unos criterios mínimos para actuar.
Hasta ahora Sanidad ha dejado claro –sobre esto volvió ayer el ministro– que el Gobierno central no tiene ninguna intención de prorrogar el estado de alarma en Madrid, y aún menos recuperar un mando único. No fue hasta ayer que Sanidad habló de toque de queda, aunque lo hizo a rebufo de Escudero. Illa entró al trapo y valoró esa medida “que está en evaluación y estudio” como otra a considerar si los consejeros autonómicos así lo plantean en el Consejo Interterritorial. Ya se aplica en otras regiones como las de la Lombardía o la Campania italianas (de 23 h a 5 h) , en Melbourne (20 h a 5 h) o en París (de 21 h a 6 h), con incidencias del virus en algunos casos inferiores a las de España.
En el ministerio de Sanidad, el hecho de que desde el Ejecutivo de Ayuso se defendiera el toque de queda causó cierto estupor. Especialmente por un motivo, que ya se encargó Salvador Illa de explicar: el toque de queda solo se puede aplicar si hay estado de alarma y el PP, al menos hasta ahora, se ha mostrado radicalmente en contra de que el Gobierno lo decrete.
Hasta tal punto es así, que Díaz Ayuso ha recurrido a los tribunales el cierre perimetral de Madrid, la principal medida por la que el Gobierno tuvo que imponer la alarma en esa comunidad en contra de Ayuso y que también finaliza este sábado.
“Para adoptar esta restricción, es necesario el estado de alarma (por zonas o para toda España), por lo que vamos a analizarlo –reiteró el ministro–. Se deberían tener los apoyos necesarios en el Congreso si se tuviera que prorrogar más allá de 15 días”. Illa pasaba así de nuevo la pelota al tejado del PP y apremiaba a Pablo Casado a pronunciarse, lo que el líder popular no hizo ayer. Anoche ni siquiera estaba clara si la posición de Escudero era compartida por todo el ejecutivo de Ayuso: su consejero de Justicia, Enrique López, precisó que no quieren un toque de queda bajo estado de alarma sino que propondrían que se limite la actividad económica desde una hora determinada para que los ciudadanos solo puedan pasear o irse a sus casas, algo que ya están haciendo otras autonomías.
Desde los gobiernos autonómicos, nadie descarta de entrada el toque de queda, una medida más para reducir la movilidad y la interacción social. Tampoco desde Catalunya. En Castilla y León (PP), solo lo verían una buena opción si se hace de forma coordinada en toda España para que la limitación de movilidad horaria sea la misma en cada comunidad autónoma.
De hecho, la propuesta lanzada al vuelo por el consejero de Madrid, García Escudero, consistía en un toque de queda a partir de medianoche, algo que varios partidos de la oposición en la Comunidad de Madrid juzgaron insuficiente. Hay que recordar que en Madrid rigen unas medidas por el estado de alarma que son idénticas a las que ya aplicaba Ayuso con anterioridad y por las que los bares y restaurantes ya cierran a las 23 h.
Los gobiernos autonómicos no tienen competencia para adoptar medidas tan restrictivas y el toque de queda no encaja en lo previsto en la ley 3/1986 de Medidas Especiales en Materia de Salud Pública, según juristas consultados.
DISCREPANCIAS EN MADRID Los consejeros de Sanidad y Justicia plantean la limitación en distintos términos