“Hay que evitar que la crisis sanitaria se transforme en financiera”, advierte Cos
“Hay que evitar que la crisis sanitaria y económica se transforme en financiera”. Así de contundente se mostró ayer el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, al advertir que la pandemia ha provocado un impacto sin precedentes en la actividad económica, lo que supone un aumento muy significativo de los riesgos para la estabilidad financiera global”.
Entre los riesgos que Hernández de Cos citó destacan el incremento del endeudamiento de las empresas, sus nuevas necesidades de liquidez y las expectativas de que más del 50% de las empresas presentarán pérdidas este 2020, especialmente las pymes y las relacionadas con las ramas de hostelería, restauración, ocio, vehículos de motor, comercio, transporte y almacenamiento. En cuanto a la situación financiera de las familias, recordó que “es muy heterogénea”, pero que la pandemia ha afectado más a sectores económicos que emplean a mujeres y jóvenes. El aplazamiento de créditos, sobre todo hipotecarios, ha contribuido a que la morosidad no suba en la banca, pero con el fin de esa medida ese indicador crecerá a lo largo del 2021. El directivo subrayó que “el deterioro de la rentabilidad de la banca no se ha traducido aún en una reducción de la solvencia”, pero advirtió que “no se puede ser complacientes, ya que el deterioro previsible de los activos puede causar efectos significativos” en el capital de los bancos.
En este entorno “complejo e incierto”, el gobernador del Banco de España reclamó que la política económica proporcione certidumbre a los agentes económicos, lo que exige apoyar la recuperación, pero también facilitar la adaptación estructural de la economía y “hacer frente desde ya” a los retos de largo plazo, con consensos amplios entre agentes políticos, económicos y sociales, asentados en un marco institucional y de gobernanza “estable y sólido”.