El momento más oscuro
El momento más oscuro es el que precede al amanecer. Esto es lo que está sucediendo con nuestra economía, se encuentra en su peor momento: el de la tristeza, el del desánimo por la falta de expectativas. Sin embargo, hay elementos que nos indican que en los próximos meses las cosas pueden mejorar.
Este momento más oscuro ha coincidido con el debate sobre la moción de censura de Vox, la pandemia se agudiza, la economía se desacelera y las incertidumbres crecen. No se trata de una casualidad sino de la culminación de la estrategia de echar al actual Gobierno. Su máximo responsable es Santiago Abascal, que en nombre de España ha contribuido eficazmente a hundirla. Este no es el otoño caliente que los voceros del caos venían anunciando sino el otoño de la tristeza, sin alegría para consumir o para invertir. Pero también Pablo Casado tiene su parte de culpa. Su estrategia de desgastar al Gobierno ha hecho muchísimo daño. Desde el mismo momento en que decidió retirar su apoyo al Ejecutivo para mantener el estado de alarma comenzó una carrera sin freno, una auténtica estampida negacionista encabezada por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz-ayuso. Después se produjo el oscuro intento de golpe de Estado tratando de juzgar al Gobierno por la gestión sanitaria con la manifestación del 8-M como telón de fondo. Casado se negó a unos nuevos pactos de la Moncloa y a facilitar los presupuestos.
Evidentemente el Gobierno es el máximo responsable de que nos encontremos en el peor momento de nuestra economía. Su inacción ha conducido al país a la parálisis, especialmente de las administraciones públicas, que se han tomado una especie de año sabático a costa de la Covid-19. Aunque probablemente hayan sido Pablo Iglesias y los ministros podemitas los que han provocado la crisis institucional, que es la peor de todas.
Sus ataques al jefe del Estado, a la Constitución y a los jueces están haciendo muchísimo daño al crecimiento. La ausencia de seguridad jurídica es lo que ha hecho que se oiga dentro y fuera que España se encamina a ser un estado fallido. Después de la moción de Vox las cosas pueden cambiar. En la medida en que ceda la presión de la extrema derecha sobre el PP, Casado puede intentar un suave viraje al centro como Ciudadanos. Esto facilitaría un pacto para el Consejo General del Poder Judicial. Los presupuestos están a punto de ser presentados. Habrá vacunas y las ayudas europeas terminarán por venir. Y en Catalunya las cosas han empezado a cambiar porque no es lo mismo Pere Aragonès, que sí sabe de economía, que Quim Torra, que ni sabía ni le interesaba porque lo suyo era agitar. Aunque queda por delante una larga noche, soñemos con el amanecer. Nadia Calviño dice que la recuperación es robusta, démosle un margen de confianza.