Muhammadu Buhari
Presidente de Nigeria
Buhari desmanteló demasiado tarde una unidad de policía más peligrosa que los delincuentes. Ahora se cuentan al menos 12 muertos en las protestas por la violencia policial y la situación degenera en caos en la ciudad de Lagos.
Nigeria se desliza hacia una espiral de violencia descontrolada. El país más poblado de África, con casi 200 millones de habitantes, decretó ayer el toque de queda en la ciudad de Lagos, que vivió escenas de pillaje, enfrentamientos y el incendio de comisarías, bancos y edificios públicos, horas después de que las fuerzas de seguridad dispararan contra los manifestantes que protestaban contra la brutalidad policial. Según testigos, el tiroteo se inició a las 19 horas y provocó al menos 12 muertos y decenas de heridos, aunque las víctimas podrían ser más, ya que circularon decenas de vídeos en los que se ven a uniformados disparando sobre civiles. Inicialmente el ejército calificó las muertes de “fake news”. Amnistía
Internacional afirmó tener “informaciones creíbles” de la matanza. Un testigo aseguró a La Vanguardia que las farolas se apagaron minutos antes de que los uniformados atacaran a gente desarmada. “Nos quedamos a oscuras y empezaron a disparar, muchos manifestantes estaban sentados. Fue el caos”.
El alto representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, condenó los hechos y pidió una investigación. El secretario general de la ONU, António Guterres, llamó a acabar con la “brutalidad” policial y el candidato a la presidencia de EE.UU. Joe Biden exigió “el cese de la represión violenta”. Celebridades como Beyoncé y Rihanna o el futbolista del Manchester United y capitán de la selección nigeriana Odion Ighalo se pronunciaron.
Nigeria vive una crisis social profunda desde hace semanas, cuando se desataron protestas contra la brutalidad del Escuadrón Especial Antirrobo (Sars en sus siglas en inglés), un cuerpo policial que ha sido acusado de torturas, violaciones e incluso ejecuciones sumarias. El presidente Muhammadu Buhari desmanteló la unidad el 11 de octubre, pero ya era tarde. El malestar por el abuso policial ha hecho estallar la ira por la mala administración, la injusticia, el hambre y los precios de la energía y el combustible. Para la analista Damilola Agbalajobi, “parece que esto se ve como una oportunidad única para abordar las injusticias nacionales”.
Desde Lagos, el arquitecto Rotimi Finih defendía en conversación telefónica que las protestas bajo el lema #Endsars han sido siempre pacíficas pero advertía que bandas criminales se están aprovechando. “Tipos armados llevan a cabo robos, extorsiones, violaciones, e incluso ajustan viejas cuentas. Desde casa veo el humo de edificios ardiendo y he visto vídeos de delincuentes armados llevados a la zona en coches caros para generar más caos. ¿Quién les envía?”.
La brutalidad policial hace estallar la ira “como una oportunidad única para abordar las injusticias nacionales”