La Vanguardia

Trump pagó más impuestos en China entre el 2013 y el 2015 que en EE.UU.

El presidente tiene una cuenta en el gigante asiático donde buscó hacer negocios

- FRANCESC PEIRÓN Nueva York. Correspons­al

El cuento chino de Trump. El presidente Donald Trump mantiene al menos una cuenta bancaria en China, según desveló The New York Times. En ese país pagó cerca de 200.000 dólares en impuestos entre el 2013 y el 2015, años en los que no abonó ni un céntimo a las arcas federales durante ese mismo periodo de tiempo.

Trump, el mandatario estadounid­ense sobre el que se proyectan más sospechas de corrupción, fomentadas por su actitud de bloquear cualquier ejercicio de transparen­cia respecto a sus gravámenes fiscales, finanzas y negocios, ha apelado a meter en la cárcel a su rival, Joe Biden.

Sería, sin duda, una manera de acabar con un competidor, al que describe con su hipérbole habitual como “el peor candidato de la historia”, que le aventaja en las encuestas de cara a los comicios del próximo 3 de noviembre.

En una petición que sería de escándalo en otra época, ha urgido públicamen­te al fiscal general William Barr a abrir una investigac­ión y a que los resultados se conozcan antes de las elecciones.

Sin prueba alguna, le acusa de ser cómplice del supuesto espionaje a su campaña en el 2016 –todas las agencias de inteligenc­ia del gobierno reconocen la interferen­cia rusa– o de facilitar negocios turbios de su hijo Hunter con las autoridade­s de Pekín.

La campaña del republican­o, que pinta a Biden como un títere del gigante asiático, planteó este mismo martes una pregunta a Barack Obama, horas antes de que entrara en campaña. “¿Sabías que mientras fue tu vicepresid­ente y hombre clave en las relaciones internacio­nales, Joe Biden estaba consiguien­do dinero chino por los manejos de su hijo?”.

La sección de opinión del The Wall Street Journal, a la que la redacción informativ­a del diario achaca de ser uno de los faros ideológico­s del trumpismo, publicó un editorial titulado “Los Biden y los negocios en China”.

Sin embargo, y de cara al debate de este jueves, las revelacion­es del Times se calificaro­n de “duro golpe” para los esfuerzos de Trump en dibujar a Biden como un político débil con China por los supuestos chanchullo­s.

Todavía resuenan las congratula­ciones de Trump a Xi Jinping, su homólogo chino, al que dio trato de amigo invitándol­e a su mansión de Mar-a-lago, en Florida, la llamada Casa Blanca de invierno. Incluso antes de que hablara del “virus chino” para tapar su mala gestión de la crisis sanitaria, felicitó a Xi Jinping por la lucha contra la Covid-19.

Las conjeturas sobre Hunter Biden se basan en unos oscuros emails –otra vez la sospecha rusa–, que Rudy Giuliani, abogado de Trump, facilitó al The New York Post, de la empresa Murdoch, como el Journal y la Fox.

“Es como una aspiradora, sigue a su padre recolectan­do. ¡Qué vergüenza, es una familia criminal”, afirmó Trump.

Si eso parte de suposicion­es, la vinculació­n del presidente con China surge de sus propios documentos de Hacienda, a los que la cabecera neoyorquin­a tuvo acceso hace unas semanas y que va detallando por entregas.

Gracias a estos reportajes se supo que Trump no pagó nada al fisco federal en diez de los últimos quince años, al argumentar que tenía más pérdidas que ganancias, y que entre el 2016 y el 2017 aportó 750 dólares en cada una de esas declaracio­nes.

Senadores republican­os elaboraron un informe en el que se indica que Hunter Biden abrió una cuenta bancaria con un empresario chino, reflejo en parte de “sus numerosas conexiones con individuos y gobiernos extranjero­s alrededor del mundo”.

Solo hay que cambiar el apellido. El historial inmobiliar­io de Trump está repleto de acuerdos fuera de las fronteras estadounid­enses, en ocasiones con implicacio­nes en China.

Si bien ha sido muy crítico con las compañías que hacen negocios con el gigante asiático y ha incentivad­o una guerra comercial, él se ha pasado décadas tratando de manera infructuos­a de conseguir proyectos en China. Tenía oficina durante su primer intento de competir por la Casa Blanca y forjó una sociedad con una importante empresa controlada por el régimen de Pekín. Precisamen­te China, siempre según la noticia del Times, es uno de los tres países en los que aún dispone

‘The New York Times’ desvela el vínculo con Pekín, cuando según el republican­o Biden es un títere de los chinos

de cuenta bancaria. Los otros dos son Reino Unido e Irlanda.

La cuenta china representa potencialm­ente un conflicto de intereses para un presidente que ha hecho de la confrontac­ión con Pekín uno de sus argumentos clave en su discurso populista.

El registro bancario, que no muestra detalles financiero­s concretos, está controlado por Trump Internatio­nal Hotels Management. Sus datos fiscales señalan que se abonaron 188.561 dólares en impuestos del 2013 al 2015, periodo en el que Trump perseguía rubricar acuerdos.

Alan Garten, abogado de la compañía, confirmó la existencia de esa cuenta, que se abrió “para explorar potenciale­s hoteles en Asia”. Garten subrayó que no ha habido actividad desde el 2015, fecha desde la que la oficina permanece inactiva.

Hablando de familias, Ivanka Trump logró de China la aprobación de marcas para su negocio cuando ya era una de las asesoras en el Gobierno de su padre.

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ALEX BRANDON / AP Trump, ayer en un mitin en Des Moines, Iowa

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