Un déficit por cubrir al margen
Los responsables de los principales operadores de transporte público de Europa agrupados en la UITP se han reunido durante los últimos meses con altos cargos de la Comisión Europea para que les ayudasen a tapar los agujeros abiertos en sus cuentas de resultados por la caída de usuarios sufrida durante los últimos meses. La cuestión finalmente ha quedado fuera de los fondos de recuperación, con importantes inversiones previstas para la mejora del transporte público y la construcción de infraestructuras durante los próximos años, pero sin contemplar ayudas directas para compensar el déficit del 2020. El problema más inmediato deberán resolverlo las administraciones locales, autonómicas y nacionales. En el caso de la Autoritat del Transport Metropolità (ATM), el agujero acumulado ronda los 300 millones de euros. El Ministerio de Transportes tiene previsto realizar una aportación extraordinaria en diciembre aunque la cantidad aún está por concretar. Saldrá de los 800 millones del fondo Covid que el Gobierno destinará a los entes de transporte de las comunidades autónomas. La cantidad extraordinaria se sumará a los 109,3 millones de euros publicados ayer en el Boletín Oficial del Estado (BOE) como aportación anual ordinaria. Es exactamente la misma cantidad que el Gobierno destinó al sistema de transporte público catalán el año pasado y que se mantiene estable desde el 2013. El grueso de la financiación de la ATM se basa en las aportaciones realizadas por la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona y el Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB), que van incrementando anualmente la financiación para sufragar las mejoras introducidas en el sistema como la incorporación de todos los municipios del área metropolitana en la zona 1. Durante la crisis de la Covid-19, los grandes operadores como Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), Renfe y Ferrocarrils de la Generalitat (FGC) han podido superar las tensiones de tesorería pero las pequeñas compañías que ofrecen servicios de autobús interurbano han pasado serios problemas. La caída de la demanda ha reducido sus ingresos directos mientras han mantenido la oferta del transporte al 100% e incluso en algunos servicios se ha tenido incluso que reforzar para minimizar las posibles aglomeraciones en hora punta.