Un sabio del patrimonio de Peralada
JAUME BARRACHINA NAVARRO (1951-2020) Director del Museo de Peralada
Soy un agnóstico aficionado a las reliquias”. Con este fina ironía se definía Jaume Barrachina, director del Museu de Peralada cuando en el 2013 protagonizó La Contra de La Vanguardia y descubrió al lector su profunda pasión por una vasta colección de más de 10.000 piezas que reúne cerámica, vidrio, pintura, escultura, muebles... Fue conservador del patrimonio cultural del castillo desde 1975 cuando, recién licenciado en Història del Arte por la Universitat Autònoma de Barcelona, la familia Mateu-suqué le encomendó, atendiendo la recomendación del historiador del arte Luís Monreal, la labor de inventariar las obras de arte del castillo de Peralada. En esas cuatro décadas, Barrachina se ha convertido en una auténtica enciclopedia del museo.
Debilidad especial sentía por la colección de vidrio antiguo, formada por más de 2.500 piezas, entre ellas auténticas reliquias como un frasco de perfume de Egipto de Tutankamon o un retrato de Arcimboldo en un medallón de vidrio cortado que le enseñó al periodista Víctor M. Amela como primicia. Especializado en este arte, publicó varios estudios monográficos sobre el tema y llegó a ser vicepresidente de la Asociación Internacional de la Historia del Vidrio.
Nacido en Barcelona en 1951, Barrachina vivió a caballo entre Peralada y Barcelona, donde falleció este martes tras una dura enfermedad. Quienes lo conocían destacan él su gran capacidad de trabajo. “Para él no había horario, ni calendario, ni domingos, era un apasionado por su trabajo, una persona muy cultivada y leída, un sabio”,resumía ayer Inés Padrosa, bibliotecaria del Castillo, que conoció a Barrachina hace casi cuarenta año cuando ella cursaba el último curso de Historia del Arte y el ya era conservador del museo. “Me ayudó mucho y me dio las pautas para el trabajo que estaba haciendo sobre el Maestro de Cabestany, del que era un gran conocedor”, explica Padrosa. Fuera un estudiante o un periodista quien le requería, las explicaciones eran siempre muy entendedoras y didácticas.
Padrosa destacaba ayer que otra de sus piezas favoritas del museo era la cabeza románica del Maestro de Cabestany.
Gran experto en arte medieval , ha estudiado la portalada del monasterio de Sant Pere de Rodes de la que ha publicado varios artículos los últimos años, así como de su escultor, el Mestre de Cabestany y ha realizado numerosos artículos sobre el mundo del coleccionismo como el que dedicó a los hermanos Junyer Vidal y la falsificación de la pintura gótica.
También ha llevado a cabo investigaciones como el origen del retablo de Sant Cebrià de Cabanyes del Museu Nacional d’art de Catalunya y ha comisariado exposiciones como Thesauros. Arte de los Obispados Catalanes (1986) y La colección soñada. Escultura medieval en las colecciones catalanas (2002). Ha impartido conferencias, cursos de doctorado o de universidades de verano y ha colaborado en revistas especializadas de la historia del arte como De Museus, Lambard, Daedalus, Locus Amoenus, Quaderns d’estudis Medievals así como en la Catalunya Romànica. También fue miembro de la junta ejecutiva de la Asociación de Museo del Vino de España y había realizado varias aportaciones sobre la musealización del vino.
Al conocerse la noticia de su fallecimiento, quienes lo conocieron mostraron su agradecimiento a su trabajo. Las condolencias llegaron desde el Museo Picasso, el Museo Frederic Marès o desde el Museu Nacional d’art de Catalunya (MNAC). Su director Pepe Serra, destacaba a través de las redes sociales el maestrazgo e influencia que tuvo Barrachina en “muchos profesionales de la historia del arte y los museos”.