El Bayern arrolla con la inercia del campeón
Los bávaros se llevan por delante a los españoles con un recital de Coman, autor de dos goles
No hace ni dos meses que el Bayern fue campeón de Europa en Lisboa avasallando a sus rivales, y todavía le dura la inercia de la apisonadora. En el estreno de la defensa de su corona continental, el conjunto bávaro se llevó por delante a un Atlético siempre incómodo, que quedó empequeñecido ante el recital de toque, velocidad, presión y las diabluras de Kingsley Coman, autor de dos goles y una asistencia.
Difícil papeleta tenía el Atlético para comenzar su periplo europeo: en casa del campeón y con las bajas de Diego Costa, Saúl y Giménez. Aun así, los del Cholo Simeone salieron plantando cara, con una primera aproximación en la que casi marca Luis Suárez (3m), que llegó tarde a un buen centro de Lodi. La presión funcionaba y el Bayern tenía dificultades para salir.
Pero fue un espejismo, porque el cuadro de Flick, antes de los 10 minutos, empezó a desplegar su fútbol total de presión, recuperación, velocidad y efectividad. Lewandowski avisó con un remate acrobático (7m), Süle estrelló un balón al poste (15m), y Tolisso (17m) y Lucas Hernández (25m) lo intentaron en tiros lejanos. Se cocía el gol alemán. El primero llegó a los 28 minutos de una recuperación de Kimmich, que lanzó un pase medido a la espalda de Trippier, donde Coman controló, bajó y cruzó con clase. El segundo puñetazo lo asestó Goretzka con un potente tiro (41m) tras otra recuperación de coraje en la zona media y asistencia de Coman.
Tras pasar por vestuarios, el Atlético pudo cambiar el guion con el 2-1, pero el gol de disparo lejano de João Félix lo invalidó el árbitro inglés Michael Oliver por fuera de juego posicional de Suárez, que acabó sustituido otra vez.
Y de un posible 2-1 de Carrasco en una contra enviada a las nubes se pasó al 3-0 con un misil tierra-aire de Tolisso (65m). Aunque el mejor gol estaba por llegar: el 4-0 de Coman (72m). Müller le lanzó un pase de quarterback desde campo propio, galopó el francés, se plantó en el área, dejó seco a Felipe y cruzó a la salida de Oblak. Una delicia para marcar el terreno.