El Giro avanza y Almeida sigue su vida en rosa
Otro día con protagonismo de la escapada y un día más de maglia rosa para João Almeida, que no se vio seriamente amenazado por sus rivales. La decimoséptima etapa del Giro de Italia se la llevó el australiano Ben O’connor, que la víspera había acabado segundo, con la miel en los labios, y esta vez pudo alzar los brazos y firmar una victoria de las que no se olvidan, como mostró en la meta con su emoción y sus lágrimas. O’connor formaba parte de la fuga del día, de nuevo numerosa, con 19 corredores (cuatro del Movistar incluidos), y esperó su oportunidad. La halló en la última ascensión, a Madonna di Campiglio. Se fue por delante a unos 8 kilómetros del final y consiguió desquitarse. “Quedar segundo siempre es una frustración, esta vez lo he logrado”, comentó satisfecho.
La única escaramuza entre los favoritos, que circulaban varios minutos por detrás, llegó también en la subida a meta. Y tuvo su punto de sorpresa porque atacó el australiano Jai Hindley, tercero de la general, y abrió un pequeño hueco con facilidad. Insistió, pero cuando daba la sensación de que podía convertirse en una amenaza para el líder quien salió en su caza fue su propio jefe de filas, Wilco Kelderman, arrastrando a rueda a Almeida. Ahí se acabaron las confrontaciones entre los líderes, que llegaron juntitos a meta con un retraso insustancial de 5 minutos respecto al vencedor.