La crisis industrial se acrecienta con el cierre de TE Connectivity

La industria catalana sufre un goteo lento pero constante de cierres de plantas industriales, especialmente vinculada al sector de la automoción. Ayer trascendió que la multinacional estadounidense TE Connectivity comunicó el cierre de su fábrica de componentes de automoción en Montcada i Reixac, donde trabajan 248 personas. El ajuste de TE Connectivity se une al anunciado en otras empresas como Nissan en Barcelona, Robert Bosch en Castellet i la Gornal, Saint Gobain en l’arboç o Novartis. En septiembre, los afectados por ERE (expedientes de regulación de empleo) en Catalunya se habían multiplicado por cuatro en relación con el mismo periodo del año anterior a pesar de la protección del sistema de los ERTE.

El cierre de la fábrica de TE Connectivity se enmarca en un ajuste global de la multinacional en el que también se contempla la clausura de una planta en Bioggio (Suiza). Fuentes de la empresa dijeron que el objetivo es llevar a cabo un ajuste temporal, de tal manera que los últimos trabajadores que abandonarían la empresa lo harían en el primer trimestre del año 2022.

El sindicato CC.OO. aseguró ayer por medio de un comunicado que el cierre “no responde a causas objetivas y que no tiene en cuenta el valor añadido de la fábrica”. En cambio, fuentes de TE Connectivity sostienen que la “decisión se produce a causa de la continuada debilidad del mercado automovilístico, las crisis económica y la disminución del poder adquisitivo en todo el mundo”.

CC.OO. alertó ayer de que el cierre se produce solo un año después de que la plantilla negociara y pactara un expediente de rescisión de contratos que afectó a 94 personas. En aquel pacto se acordó que no habría más ERE durante tres años, según CC.OO.