EE.UU. acusa a Irán de enviar mensajes intimidatorios a sus votantes
“O votas por Donald Trump el día de las elecciones o iremos a por ti. Cambia tu afiliación política a republicano [en el registro de votantes] para hacernos saber que has recibido este mensaje y que vas a cumplir”. Firmado: los Proud Boys.
Una cifra indeterminada de votantes de Florida y Alaska registrados como demócratas había recibido e-mails intimidatorios de este tipo en los últimos días. Pero según Estados Unidos no es la milicia ultraderechista, protrump, quien está detrás de los mensajes sino Irán, cuyos servicios de inteligencia, al igual que Rusia, se han hecho con datos de los votantes. Lo anunció el miércoles por la noche el director de Inteligencia Nacional, John Ratcliffe, en una rueda de prensa que sorprendió por la rapidez con la que Washington ha señalado públicamente a los dos “actores extranjeros”. En el 2016, la Administración Obama tardó meses en acusar a Moscú de estar detrás de las acciones contra los demócratas.
“No vamos a tolerar injerencias extranjeras en nuestras elecciones ni ninguna actividad criminal que amenace la limpieza de nuestros votos o mine la confianza pública en las elecciones”, advirtió el director Christopher Ray, que reiteró que reaccionarán con rapidez cuando detecten algo y tomarán las medidas apropiadas. Por ahora no ha trascendido cómo piensa responder Washington pero Teherán ya ha rechazado las acusaciones, al igual que Moscú.
El FBI sostiene que Irán ha usado ya la información obtenida. Los e-mails a votantes registrados como demócratas fueron diseñados por una tercera parte que trabajaba a las órdenes de Teherán, afirman fuentes oficiales estadounidenses, que creen que explotaron la debilidad de la red informática de los Proud Boys. La operación, que incluye la difusión de un vídeo sobre cómo cometer fraude electoral desde el extranjero, no era muy sofisticada pero estaba diseñada para dar la apariencia de que los grupos habían tenido acceso a abundante información secreta sobre las listas electorales. En realidad, una parte de ella es pública y otra está disponible por vías comerciales.
“Estas acciones son intentos desesperados de adversarios desesperados” para minar la confianza en el sistema electoral de EE.UU., dijo Ratcliffe, que aseguró no obstante que sus votos “están seguros”. Rusia, dijo, no ha usado la información de la misma forma que Irán pero podría hacerlo. Los demócratas en el Congreso, que recibieron información confidencial sobre el caso, creen que se da la impresión de que la amenaza iraní está al mismo nivel que la rusa, cuando consideran ésta mucho más peligrosa.