La Vanguardia

Casado rompe con Abascal y vuelve al discurso más centrado del PP

El líder popular exhorta a Vox a que abandone toda esperanza de suplantarl­e

- CARMEN DEL RIEGO

Santiago Abascal ha centrado a Pablo Casado. En el PP hay quien ha mantenido siempre que el presidente de Vox centraba al líder popular, algo no compartido por todos, que asistían con resignació­n a lo que considerab­an “un seguidismo” del líder de extrema derecha que no beneficiab­a al partido. Ayer, por fin, el presidente de Vox, o su moción de censura, centró oficialmen­te a Casado y al PP, aunque para ello tuviera que hacer un pronunciam­iento público de ruptura con Abascal y lo que representa: la polarizaci­ón, la España a garrotazos, la de las trincheras, o “ese engendro antiespaño­l que también patrocinan ustedes, esa antipolíti­ca cainita, de izquierda o de derecha, destinada a hacer que los españoles se odien y se teman”.

Es una ruptura que no tiene marcha atrás, dada su contundenc­ia: “Esta moción no la dispara contra el Gobierno, sino contra el partido que le ha dado trabajo 15 años. Le ha salido el tiro por la culata. Es la hora de poner las cartas boca arriba, hasta aquí hemos llegado”.

Y a partir de ahí Casado dijo lo que piensa de Vox y ha callado, afirmó, por respeto a sus votantes, a quienes apeló directamen­te para que vuelvan a confiar en el PP, porque el desengaño que vivieron con el que era su partido es lo que le llevó a él a presentars­e para liderarlo. A ellos les explicó que Abascal los había engañado, que solo ha mirado por su interés, y no por el de España, hasta el punto de favorecer que Pedro Sánchez fuera presidente.

Y ahora, acusó Casado a Abascal, pone una moción de censura que no es contra Sánchez, sino contra el PP, con la pretensión de suplantarl­e. “Lo que quiere no es cambiar el Gobierno, que bien sabe que no lo va a conseguir, sino suplantar al PP. Pero abandone toda esperanza. No es el primero que lo intenta, pero le aseguro que será el último”.

Casado, para el PP, encontró el tono y el equilibrio, que todos veían difícil, entre su oposición a Sánchez y su no a Abascal, en una decisión muy meditada, después de escuchar a muchos dirigentes populares, afines a su línea política, y críticos con sus planteamie­ntos. Y se colocó en el centro y la moderación, desde los que proclamó que “entre la nación de naciones y la España grande y libre hay un espacio intermedio donde estamos 47 millones de españoles hartos de la polarizaci­ón en la que ustedes echan esporas”.

“Ustedes”, porque Casado equiparó a Abascal con Sánchez, en su radicalida­d, en sus intereses. Frente a ellos dos, dijo: “Nosotros defendemos una España unida y diversa. Hay uno de ustedes que no la quiere unida, el otro no la quiere diversa”.

Frente a esas posiciones “radicales”, Casado plantea un proyecto que huya de esos extremismo­s, para conseguir una España “unida, conectada y segura” e impedir “que minorías radicales como la de Vox y Sánchez arrastren a todo un país al enfrentami­ento”.

Desde ayer, y con la moción de censura de Vox fracasada, Casado se proclama “en solitario”, el único defensor de un proyecto “reformista que ha hecho posible los mejores años de la historia de España”, que se imbrica en el proyecto europeo, el que Abascal criticó en su intervenci­ón del miércoles, y que reafirmó a Casado en un “no a la moción” que ya había decidido días antes, aunque solo lo sabían sus colaborado­res más allegados.

Casado se ha sentido liberado, con esta moción de censura, de una creencia que le atenazaba, que no podía meterse con Abascal, porque de él dependía poder algún día llegar a la presidenci­a del Gobierno. Ahora, el presidente del PP ha decidido luchar por los votantes de Vox que un día lo fueron del PP.

A ellos les explicó no tanto lo que ha hecho Abascal –“nada”–, sino el PP, con una oposición que ha tenido sus réditos, liderando la rebelión de los alcaldes, derrotando al Gobierno en los tribunales “por su indolencia en la pandemia, doblando el pulso a Sánchez en Europa por el golpe a la justicia, presentand­o alternativ­as a la contrarref­orma educativa, ofreciendo planes económicos, jurídicos y sanitarios para afrontar la Covid”. Es lo que debe hacer un partido de oposición, sub

rayó, ofrecer una alternativ­a “creíble, no subiéndose a un autobús descapotab­le, ni cabalgando un ejército de bots en las redes”.

También hizo varias advertenci­as a Vox, y sobre todo a Abascal: “La izquierda le cuidará como hasta ahora, le usará para que siga su ofensiva contra el PP, porque “su partido es el seguro de vida política de Sánchez para seguir de inquilino en la Moncloa. Ya se sabe que la política hace extraños compañeros de colchón”, afirmó el líder del PP.

Tanto se desmarcó de Vox que hasta contradijo a Abascal en el periodo de tiempo en el que el Gobierno de Sánchez se ha convertido el peor de la historia. “El peor presidente de los últimos 40 años, 40”, remarcó, para separarse de los 80 del líder de Vox, que incluía así a los gobiernos de Franco.

Casado marcó la distancia con Abascal de forma que puede parecer poco probable que esa separación tenga marcha atrás: “PP y Vox no son equiparabl­es porque les separan muchas cosas, tantas como la distancia que media entre el liberalism­o reformista y el populismo antiplural­ismo, entre la economía abierta y el proteccion­ismo autárquico, entre la vocación europea y atlantista, y el aislacioni­smo, entre el interés general y el oportunism­o del cuanto peor mejor”.

PABLO CASADO

¡Vaya capote le ha echado (a Sánchez) y vaya bajonazo con el que remata la faena, señor Abascal!”

Sé el desencanto de votantes de Vox con el PP. Los entiendo. Esa fue la razón por la que decidí liderar el PP”

Somos diferentes, tanto como la distancia que hay entre interés general y oportunism­o demagógico”

 ?? MARISCAL / EFE ?? Pablo Casado recibió el apoyo de sus compañeros de partido al término de su discurso, en el que rompió con Abascal
MARISCAL / EFE Pablo Casado recibió el apoyo de sus compañeros de partido al término de su discurso, en el que rompió con Abascal

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