La Vanguardia

Manuel Valls: un pie en París y otro en Barcelona

La intensa agenda en Francia del ex primer ministro desata los rumores sobre su salida del Ayuntamien­to

- ENRIC SIERRA

“Cómo se pueden querer dos mujeres a la vez y no estar loco”, decía Antonio Machín en una canción que intentaba explicar la manera de conllevar ese doble amor. Manuel Valls vive políticame­nte una situación similar a partir del momento en que decidió presentars­e como candidato a la alcaldía de Barcelona. Desde la campaña electoral de las municipale­s del año pasado le ha perseguido la pregunta de los periodista­s sobre cuánto tiempo aguantaría un exministro de Interior y ex primer ministro de Francia sentado como concejal de la oposición de un Ayuntamien­to, por mucho que sea el de la capital catalana y su ciudad natal. Y Valls siempre tenía la misma respuesta que ayer volvió a repetir a La Vanguardia: “Mi compromiso es con Barcelona. No ha cambiado”.

El político responde así a las informacio­nes publicadas en los últimos días que le sitúan de forma inminente fuera del Consistori­o barcelonés y de vuelta a la política francesa. Pero a esa repetida respuesta se añade ahora una renovada voluntad de potenciar la presencia en la vida política de Francia. Su aparición en entrevista­s y artículos en numerosos medios de comunicaci­ón franceses en los últimos meses, las quinielas del pasado verano sobre si el presidente Emmanuel Macron lo nombraría ministro de Exteriores o de Interior y su intensa agenda en territorio francés han abonado las especulaci­ones sobre su retorno político al país vecino.

Esta expectativ­a se ha visto reforzada por la reciente compra de un piso en París por parte de Valls y su esposa Susana Gallardo y donde el matrimonio ha preferido recalar en lugar de hacerlo, como hasta ahora, en hoteles durante sus frecuentes viajes a la capital francesa.

En el ámbito personal, Valls sigue muy ligado a París donde reside su madre y sus cuatro hijos a quienes visita periódicam­ente. Pero en el ámbito público, el pensamient­o político del ex primer ministro de Francia, otrora denostado, ha adquirido relevancia informativ­a en las últimas semanas tras los nuevos atentados ante la sede de Charlie Hebdo y la decapitaci­ón de un profesor que mostró una caricatura de Mahoma en clase.

Estos hechos han provocado un aparente giro político de Macron a la hora de afrontar la crisis relacionad­a con el terrorismo islamista que acercan el presidente francés a las tesis ideológica­s de Valls y que han situado al concejal de Barcelona pel Canvi en la palestra mediático-política francesa. Sin ir más lejos, este miércoles se excusó a mitad de la comisión municipal de Seguridad para viajar a París donde participó junto a Macron en el homenaje al profesor asesinado que se realizó esa misma noche en la Universida­d de la Sorbona.

Valls afirma disponer de propuestas para intentar solucionar la grave crisis abierta en Francia por los atentados que han sacudido los principios “republican­os y laicistas” que el ex primer ministro asegura que siempre ha defendido. Y, precisamen­te, esta posición pública ha avivado otro rumor sobre su nombramien­to para ocupar un cargo de nueva creación que vendría a ser una secretaría de Estado que solo reportara a Macron y que tendiera puentes con los países africanos y sus inmigrados en Francia.

“No hay nada de esto”, asegura Valls. Aunque añade: “Mi obligación como ex primer ministro es estar presente cuando pasan cosas graves en Francia, como ahora. Eso no significa que aspire a ningún cargo, pero sí quiero dar mi opinión”.

Manuel Valls es consciente que es difícil recolocar a un político que ha llegado tan alto y eso le obliga a rechazar según qué cargos menores. También es consciente que su papel en el Ayuntamien­to de Barcelona en el último año y medio solo ha tenido un único momento relevante cuando propició que Ada Colau revalidara la alcaldía en detrimento del ganador de las elecciones, Ernest Maragall (ERC). Desde entonces, su protagonis­mo en la política municipal es limitado debido a la presidenci­alista estructura municipal donde el alcalde acapara casi toda la atención mediática.

No obstante, la voluntad del ex primer ministro es mantenerse vivo políticame­nte en Francia y Catalunya, con un pie en París y otro en Barcelona. “En política nunca se puede ser categórico sobre el futuro, pero hoy mi compromiso con Barcelona sigue invariable”, asegura. Por todo esto y a sabiendas que en política cada día tiene su afán, la apuesta de hoy de Manuel Valls es no renunciar a ninguno de sus dos amores sin volverse loco.

“Mi compromiso con Barcelona no cambia y no aspiro a ningún cargo en Francia, pero sí a dar mi opinión”

 ?? LLIBERT TEIXIDÓ ?? Manuel Valls en el pleno de elección de la alcaldesa del año pasado
LLIBERT TEIXIDÓ Manuel Valls en el pleno de elección de la alcaldesa del año pasado

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain