La Vanguardia

Zidane, en el ojo de la tormenta

- CARLOS NOVO

El clásico le ha llegado al Madrid en el peor momento, después de dos pésimos partidos que han puesto en cuestión el proyecto deportivo de la temporada y tambalean la estabilida­d de Zidane, al que ha abandonado su flor y parece más débil que nunca, criticado por todos por sus erráticas decisiones en el manejo de la plantilla. El plazo que se le ha dado al francés para que levante el vuelo y enderece la nave es muy corto: mañana en el Camp Nou y el martes en Alemania ante el Borussia Mönchengla­dbach, en la segunda jornada de la Champions. Mientras, de nuevo vuelven a sonar los nombres de posibles recambios, con Mauricio Pochettino a la cabeza de todas las quinielas.

La única buena noticia para los blancos la protagoniz­ó ayer Ramos, al que se le vio trabajando en solitario en Valdebebas pese a su lesión de rodilla. El capitán cree que llegará al Camp Nou.

Tampoco la fecha de este clásico (24 de octubre) ayuda en la recuperaci­ón anímica del club blanco. El 28 de octubre del 2018 el Real Madrid despidió al vasco Julen Lopetegui tras recibir una paliza en el mismo escenario blaugrana (5-1).

Desde el club tampoco descartan que Zidane se acabe hartando de tanto reproche y sea él el que dé el portazo. Ya lo hizo una vez, cinco días después de ganar la Champions en Kiev en el 2018. No se recuerda otro entrenador menos apegado al cargo y una fuerte humillació­n en Barcelona podría precipitar las cosas.

Tras perder el liderato de la Liga el domingo, el Madrid llegará a Barcelona con más dudas que nunca. Lo que es seguro es que Zidane no recuperará a ninguno de los lesionados (salvo en el caso de Ramos, que no jugó ante el Shakhtar Donetsk más que nada por precaución). Serán baja los dos laterales derechos: Dani Carvajal y Álvaro Odriozola, Martin Odegaard, Hazard (el eterno lesionado) y Mariano, otro que tal.

En el club preocupa sobre todo el estado catastrófi­co de la defensa, en especial cuando no está Ramos. En cualquier caso el papel de Zidane pasa no solo por devolver al equipo su firmeza defensiva (el valor más estable con el que ganó la pasada liga) sino recuperar a jugadores como Varane, Militão, Marcelo, Isco, Rodrygo Goes, Asensio o Luka Jovic.

Tampoco veteranos como Modric, Kroos o Benzema, todos pasada la treintena, representa­n una garantía ahora mismo. Benzema sólo lleva un gol en toda la temporada. Ahora en el Madrid muchos se acuerdan de los descartes: Reguilón en el Tottenham cuando Marcelo se ve superado por la banda; Achraf en el Inter sin recambio para Carvajal; Kubo, el que podría ser el Pedri del Madrid, en el Villarreal. Hasta James parece un Isco mejorado. Por lo menos, de Gareth Bale no se acuerda nadie.

ENTRE DUDAS Y PROBLEMAS

El francés no acierta con el once y muchos jugadores de la plantilla están muy fuera de forma

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