El Stelvio engulle a Almeida y delata a Kelderman
El Ineos destapa la crisis de los dos primeros y eleva a Hindley y Geoghegan
El romance se terminó a 2.758 metros. Quince días de rosa se acabaron en el Stelvio. La cima Coppi, la más alta del Giro 2020, fue un obstáculo insalvable para João Almeida, que acabó entregando la maglia que tanto había defendido, con la que se había encariñado, la que soñaba llevar hasta Milán. Pero los colosos nevados como el Stelvio no perdonan. Los 43 tornati (curvas de herradura) de la subida engulleron a Almeida. Y no fue el único. La montaña eligió a los dos más fuertes y la sorpresa es que son dos muchachos que venían a trabajar a Italia para otros ciclistas. Jai Hindley y Tao Geoghegan Hart se han convertido en los favoritos al triunfo final. Aunque el rosa ahora es de Wilco Kelderman.
Antes del tappone, el líder decía no tener miedo, que conocía los 25 kilómetros del puerto, que ya lo había subido. Hasta sus padres, Dário y Patricia, se presentaron en lo alto para escribir su nombre para animarlo. Pero con lo que no contaban Almeida y su familia era con que el gran ataque sería del Ineos y no del Sunweb.
La ambición y la táctica del equipo británico destrozaron las aspiraciones del chico del Deceuninck. Sunweb tiró del pelotón desde el primer momento, con Denz, Haga y Oomen para hacer duro el Stelvio desde abajo. Con eso evitaron que la escapada se fuera lejos. Ahí estuvo el gran acierto del Ineos: colocar por delante a Ganna y Dennis. Porque cuando los favoritos llegaron a la altura de los aventureros, a media subida, el australiano Rohan Dennis fue el hombre clave en un elogio del trabajo de gregario.
Faltaban 50 km para meta cuando João Almeida dio muestras de flaqueza. Empezó a sufrir y se descolgó. Empezaron a caerle los minutos. Pero es que el ritmo de Dennis destapó las miserias de Nibali, Fuglsang y hasta de Kelderman, el segundo de la general.
Dennis coronó con dos escaladores, su compañero Tao Geoghegan y con Hindley, la segunda bala del Sunweb. El excampeón del mundo de contrarreloj hizo todo el descenso y apretó en el falso llano que llevaba hasta la última subida a los Lagos de Cancano. La velocidad que puso el rodador en esos 10 kilómetros hizo entrar en crisis a Kelderman, que se había quedado en terreno de nadie, y fue atrapado por Pello Bilbao. El de Gernika dejó al holandés y fue tercero en una meta donde Hindley batió al sprint a Geoghegan. Pero Kelderman no se hundió del todo. Mantuvo el tipo y rescató la maglia rosa por menos de 20 segundos. Es el líder pero no es el más fuerte ni siquiera de su equipo.