Un hombre nuevo al frente de la policía

El escritor David Trueba publicó hace unos días en El País el último artículo dedicado al mayor Josep Lluís Trapero. “Nadie sabrá nunca las cicatrices que esos acontecimientos dejaron en su espíritu”, escribió el también cineasta. Las marcas del calvario sufrido por Trapero y su familia en estos últimos tres años son visibles desde el exterior. El hombre de 55 años que desde ayer vuelve a liderar la policía catalana ya no es el mismo que en octubre del 2017 fue cesado de su responsabilidad acusado de una larga lista de ilegalidades que un tribunal juzgó y desestimó. Un allegado del mayor se dedicó a recopilar los adjetivos que en estos tres años acompañaron con más frecuencia el nombre del policía: traidor, cobarde, mentiroso, terrorista, golpista, ilegal, corrupto, indigno, déspota... Trapero conserva intocable su honestidad profesional, pero su dura travesía hasta recuperar la honorabilidad arrebatada supuso un cierre de filas con él mismo y su entorno inmediato y un ejercicio de reflexión sincera sobre cómo era su vida antes del tsunami del 155. “El Trapero de ahora es mucho mejor”. Lo afirma sin dudar un amigo. La paternidad junto a su compañera de vida le ha descubierto un fascinante universo que está decidido a compatibilizar con su nuevo compromiso profesional. El Trapero desconfiado se ha quedado en el camino. El mayor hace dos años que sonríe más que llora y está dispuesto a diseñar un nuevo organigrama en la jefatura con mandos en los que delegará. Ayer por la mañana, como todos los días desde la absolución, salvo cuatro jornadas que se tomó de vacaciones, acudió a su despacho de Les Corts a trabajar de paisano. Por la tarde estrenó uniforme y volvió a colgarse todas las condecoraciones que se quitó de la pechera tras ser imputado. Estaba nervioso como un flan y visiblemente emocionado. La felicidad se le escapaba por debajo de la mascarilla, una azul con el logotipo de los mossos que le regaló uno de los muchísimos policías que han desfilado estos días por su despacho de Les Corts. Trapero ha vuelto con la intención de hacer las cosas mejor, pero los suyos son conscientes de que hay cosas que no cambian. Hoy a las ocho de la mañana están citados sus colaboradores. Más tarde y junto al conseller pronunciará sus primeras palabras. Ha vuelto feliz y con muchísimas más ganas.