Responsable y despreocupado
Una de las cosas que más me ha sorprendido durante mi carrera profesional ha sido la capacidad que tenemos los humanos para confundir el concepto de responsabilidad con el estar preocupado. Si ustedes vieran como un equipo competitivo de la liga española baja del autocar antes de un partido normal, observarían como la gran mayoría lo hacen con cara despreocupada, incluso algunos hablando entre ellos y haciéndose bromas. En cambio si a estos mismos jugadores los vieran bajando del autocar dirigiéndose al vestuario antes de disputar la final de la Champions, observarían que la gran mayoría lo hace con un rictus de tensión. Cada uno de ellos con la cabeza algo baja, muchos con los auriculares puestos y en ningún caso hablando. Y realmente esto es curioso porque debemos preguntarnos cuál es la verdadera identidad de cada uno de ellos. Si lo es la risueña o la preocupada.
Yo lo tengo bien claro, la auténtica es la risueña, la otra es la versión de si mismo con cierto grado de minusvalía. Y es que cambiamos nuestra actitud ante una situación que hemos decidido que puede ser la más importante de nuestra vida profesional y confundimos el ser responsables con el permanecer preocupados. Y ahí muchos especialistas nos podrían indicar la cantidad de energía que se pierde durante ese proceso.
Por eso me admira y hasta me excita cuando salen esos fueras de serie que ante estas situaciones permanecen con su estado de ánimo habitual. Tenemos un claro ejemplo en Marc Marquez. Recuerdo también unas declaraciones de Martínez de la Rosa (cómo disfruto con sus comentarios en la retransmisiones de fórmula 1).
De Joan Mir me cautivan sus carreras, su capacidad de gestión y su paciencia para que no le sobrepase la situación
Decía que Alonso era capaz de dormir una siesta de dos horas antes de iniciarse una carrera. Mientras Pedro reconocía centrar su mente en pensar en las cosas del coche que no funcionaban. Cuando se lo comentó a Alonso, este le dijo que para qué se iba a preocupar de cosas que no funcionaban si iban a seguir sin funcionar.
Ahora irrumpe un nuevo crack que es la sublimación de vivir sin preocuparse pero a la vez hacerlo con la máxima responsabilidad y se llama Joan Jony Mir. De Jony me cautivan sus carreras, su capacidad de gestión de las mismas, su paciencia para que no le sobrepase la situación. Pero todavía me cautiva más su mente y su forma de comunicar. Hay dos cualidades de él que me llaman poderosamente la atención.
Que son su naturalidad, que le hace parecer como uno de nosotros, y su empatía respecto al mundo que le rodea. Desde que lo descubrí no solo veo sus carreras sino que estoy pendiente de sus declaraciones porque sé que voy a pasar un buen rato.