Banco de España: si se alarga la crisis, los ERTE pierden capacidad
El supervisor pide agilizar los procedimientos por insolvencia
A medida que la crisis amenaza con alargarse en el tiempo, las políticas económicas para atajarla han de irse adaptando, ha insistido en reclamar el Banco de España. Ayer el director general de Economía y Estadística, Óscar Arce, remarcó que medidas de éxito en la primera fase de esta recesión como los expedientes temporales de regulación de empleo (ERTE) van perdiendo capacidad para preservar los puestos de trabajo afectados por las restricciones de actividad y movilidad. “Los ERTE han permitido mantener un elevado número de relaciones laborales durante esta crisis. No obstante, la idoneidad de los ERTE para salvaguardar el empleo se puede ver reducida conforme la crisis se alarga y se requieren reestructuraciones a nivel de sector y/o empresas”, aseguró Arce en el foro del El Norte de Castilla.
En esta segunda etapa, determinados actividades y negocios afrontan pérdidas de empleo y los trabajadores se ven obligados a buscar oportunidades en otros ámbitos, ha señalado en diversas ocasiones el gobernador, Pablo Hernández de Cos. Por ello, durante la segunda ola de la pandemia, el número dos del Banco de España calificó ayer de “crucial” evitar la descapitalización de los trabajadores con el empleo suspendido y recomendó “al menos” utilizar las herramientas aprobadas con la última prórroga de los ERTE Covid-19, en vigor hasta el próximo 31 de enero: la posibilidad de compaginar la prestación por desempleo con un trabajo a tiempo parcial, así como considerar a los afectados por ERTE colectivo prioritario en el acceso a la formación para el empleo.
A finales de octubre, 600.000 trabajadores seguían en ERTE –en abril llegaron a ser 3,3 millones–, una cifra que previsiblemente ha aumentado en las últimas semanas con el endurecimiento de las restricciones en buena parte del territorio. Los primeros datos globales sobre estos nuevos afectados, bajo el paraguas de las denominadas suspensiones por impedimento, se debían de conocer esta semana que está a punto de concluir, según anunció hace unos días el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá.
Los ERTE no son los únicos instrumentos que se deben recalibrar, a criterio del Banco de España. Ante el creciente problema de insolvencia de las empresas, el supervisor recomendó también un “apoyo más selectivo de las empresas más afectadas pero viables” y reforzar los fondos propios con mecanismos como los 10.000 millones de la SEPI para recapitalizar grandes compañías estratégicas. En esa línea, Arce pidió buscar nuevas herramientas para empresas más pequeñas –“posiblemente con la participación del sector privado” y mejorar el funcionamiento de los procedimientos judiciales y extrajudiciales de insolvencias. Los concursos de acreedores para empresas son “largos”, “costosos” y el 93% acaba con la liquidación del negocio, se quejó.
Arce destacó además que en España el impacto de la Covid-19 ha sido “particularmente acusado y mucho más intenso que en otras recesiones”. Al tiempo, advirtió que a nivel internacional “la información más reciente parece apuntar a una interrupción de la recuperación de la actividad, como consecuencia de la segunda ola de la pandemia”.
Óscar Arce recomienda “un apoyo más selectivo para las empresas más afectadas pero viables”