La valoración de activos reduce el beneficio de Colonial un 98%
La inmobiliaria Colonial anunció ayer una caída del 98% en su beneficio neto, hasta los 5 millones de euros, “por el impacto en la cuenta de resultados de la pérdida de valor de nuestros inmuebles, de solo un 1%”, según su consejero delegado, Pere Viñolas, que explicó que en cambio la firma ha mantenido prácticamente estables los ingresos por rentas (de 260 millones) e incluso ha incrementado ligeramente el beneficio operativo o ebitda, hasta los 213 millones de euros, pese a la pandemia.
La normativa contable obliga a tasar los inmuebles cada seis meses y a computar como beneficio o pérdida la diferencia de valor pero, sin este impacto, el beneficio neto recurrente hubiera subido un 8%, hasta 112 millones de euros.
El presidente de la inmobiliaria, Juan José Brugera, explicó que la firma se ha beneficiado de la calidad de sus activos, situados además en las zonas más consolidadas de Madrid, Barcelona y París. Así, la tasa de desocupación es de solo un 4%, y los nuevos alquileres se firman con un aumento medio de las rentas del 21% respecto al contrato anterior, y con un descenso medio de solo el 2% respecto a los niveles pre-covid.
“No prevemos la salida de ningún ocupante importante”, señaló Viñolas, que recordó que la firma renueva cada año contratos de entre 25.000 y 50.000 m2 de oficinas de su cartera.
La pandemia, sin embargo, sí ha obligado a la firma a renegociar los pagos con sus arrendatarios. Viñolas explicó que han cobrado el 98% de las rentas de oficinas, y el 96% si se incluyen todos los usos (especialmente los locales comerciales). Con todo, la firma ha pactado con sus clientes diferimientos de rentas, que equivalen a un 3% de sus ingresos anuales por rentas, aunque reconoce que esta cifra puede aumentar con el impacto de la segunda ola. En la mayoría de los casos el aplazamiento de pagos se ha ligado a una extensión de la duración de los contratos, de entre 24 y 36 meses.
La inmobiliaria ha vendido en plena pandemia 11 inmuebles (la cartera logística de Axiare, el Hotel Mojácar y dos edificios de oficinas en Barcelona) por 240 millones de euros y prevé vender activos por otros 300 millones en los próximos trimestres, en su estrategia de “rotación recurrente” de activos no estratégicos.
La inmobiliaria ha mantenido estables las rentas y el beneficio operativo pese a la pandemia