Rusos, ingleses y daneses
Dos estrenos de Movistar+ que basan su interés en el carisma de sus protagonistas: Nasdrovia y Roadkill. La primera es una comedia que parte de una inverosimilitud que obliga al espectador a fingir que participa de situaciones imposibles y a digerirlas con una sonrisa capaz de abarcar todo tipo de estereotipos. Al personaje protagonista, interpretado por Leonor Watling, se le exige ser creíble, simpático, atractivo e intrigante con un truco que enseguida fracasa: romper la famosa cuarta pared y dirigirse directamente al espectador. Los antecedentes de Fleabag y House of cards son demasiado recientes para que la pirueta funcione. El problema es que la serie sufre una sobrecarga de referencias que, en vez de darle personalidad, la condenan a convertirse en un híbrido desnaturalizado que debe conformarse con la siempre sospechosa etiqueta de comedia negra. Si lo que sueltas cuando rompes la cuarta pared carece de interés, ¿para qué romperla? Eso sí: Leonor Watling hace una exhibición de recursos en un contexto adverso. En otras palabras: si le acaban dando algún premio, no será por destacar en una serie potente y perdurable sino por darlo todo en un proyecto fallido. El pilar de Roadkill, en cambio, es el actor Hugh Laurie. Interpreta a un ministro británico ambicioso, inteligente y carismático atrapado entre un pasado turbulento y una espiral política corrompida por intereses electorales. Después del primer capítulo, la sensación es de déjá vu y de una voluntad de sofisticar elementos que solían ceñírse al contexto del culebrón. Pero a partir del segundo capítulo, la intriga y el perfil de los personajes levantan el vuelo y funcionan sobre todo gracias a la voluntad de Laurie de no dejar tirado al espectador.
COPENHAGUE. Promesa de calidad, también en Movistar+. El 11 de diciembre se estrena The investigation. Es la serie policial danesa de calidad de una industria que no deja de sorprender por la cantidad de historias solventes que produce. La investigación parte de la desaparición de una periodista sueca en extrañas circunstancias (dentro del submarino fabricado por un artista extravagante) y de la contención expresiva del policía que dirige el caso. La calidad, aquí, la destilan el ritmo y la capacidad de contención emocional de los personajes. La intriga se sitúa deliberadamente en un segundo plano y deja que los espectadores se fijen no tanto en los avances de la investigación sino en cómo afecta a los investigadores.
DEBATE. Discusión hiperbólica en Sálvame (Telecinco) sobre la mitificación del personaje de la Veneno a partir de la serie Veneno. Interpretación fácil: es un ataque de cuernos contra el éxito de la competencia (Antena 3). Pero, ¿y si Jorge Javier Vázquez tuviera parte de razón cuando dice que en los últimos años la invitaban a los plató como un acto de sórdida beneficencia? Eso la serie también lo cuenta, pero es posible que el realismo entrañable y mitificador pro causa trans propulsado por Los Javis sea la consecuencia de la aureola inspiradora que, sin buscarlo, ha creado el personaje. En materia de leyendas, el control de la propia posteridad suele tener poco que ver con la solidez y coherencia biográfica de los personajes legendarios.