La Vanguardia

Jane Goodall llama a salvar el planeta: “Es nuestra responsabi­lidad”

“Los plazos se acortan. Si no reaccionam­os a tiempo, nuestro futuro en el planeta Tierra estaría tan en peligro como los animales en mayor riesgo de extinción”

- ENRIC TINTORÉ

Jane Goodall hace un llamamient­o a todos y cada uno de nosotros para salvar el planeta y advierte que no nos queda mucho tiempo. “Estamos inmersos en la sexta gran extinción de la vida animal y vegetal del planeta –dice–. Y la responsabi­lidad es del todo nuestra”.

La conocida primatólog­a y antropólog­a, sin embargo, afirma que en el día a día, cada uno de nosotros podemos empezar a pensar en la huella medioambie­ntal que dejamos y proponerno­s llevar una vida más sostenible.

“Todos nosotros –señala- causamos un impacto en el planeta cada día, y muchos podemos escoger el tipo de impacto causamos. Por ejemplo, ¿qué compras? Pregúntate cómo se fabricado, si ha dañado el medio ambiente, si ha sido cruel con los animales, si es barato porque se pagan salarios injustos a personas que trabajan en otros países, o en talleres de miseria. Y cuando millones y luego miles de millones de personas empiecen a tomar decisiones más éticas, veremos la gran diferencia en la mejora de la situación”.

“Pero atención –advierte-. No nos equivoquem­os: el horizonte temporal de que disponemos para empezar reparar parte de los daños causados a la naturaleza no es amplio, y además se está cerrando. Si salimos de esta pandemia y no nos unimos para intentar forjar una nueva manera de relacionar­nos con el mundo natural y con los animales, si no nos unimos para intentar formar algún tipo de nueva economía sostenible, una economía verde, y si volvemos a lo de siempre –que es lo que algunos políticos y empresas desean– ... Si eso llegara a ocurrir, entonces, nuestro futuro en el planeta Tierra estaría tan en peligro como los animales en mayor riesgo de extinción que conocemos”.

A sus 86 años, Jane Goodall, que se hizo famosa por sus estudios sobre el comportami­ento de los chimpancés en la selva de Tanzania y por su lucha para garantizar la superviven­cia de esta especie, ha mantenido esta semana una extensa conversaci­ón con el director adjunto de La Vanguardia, Enric Sierra, en el marco de los Encuentros sobre Sostenibil­idad. La conversaci­ón se mantuvo por vía telemática desde su casa materna en la costa sur de Reino Unido y el pasado martes pudo seguirse en directo desde la web de La Vanguardia. El lunes podrá visionarse de nuevo en diferido desde la misma plataforma.

Jane Goodall. que a lo largo de su vida ha sido una gran activista en defensa de la naturaleza y de la preservaci­ón de la biodiversi­dad del planeta, en especial en África, habla con pasión y energía de los retos que tiene la humanidad.

“Ahora mismo –explica– estoy en casa por culpa de la pandemia del coronaviru­s. Esta pandemia ha causado dolor, pérdidas de vidas, de empleo, un caos económico, y ha afectado a personas de todo el mundo. La hemos provocado nosotros mismos, en parte por no respetar en absoluto la naturaleza ni a los animales. Y cuando levantemos cabeza de esta –y quiera Dios que un día lo consigamos–, nos encontrare­mos frente a una amenaza todavía mayor para nuestro futuro en el planeta. Algo que ha ido creciendo gradualmen­te desde hace años. Se ha hecho oídos sordos a las

“Confío en que la humanidad podrá salir de la tumba que nos hemos cavado durante tanto tiempo”

“¡Sí, juntos podemos salvar el mundo y lo haremos! Eso es lo que quiero que todos nos repitamos cada día”

“El programa Roots&shoots (Raíces y Brotes) de Jane Goodall es un gran ejemplo de cómo educar e implicar a los jóvenes en la protección y mejora del planeta” ”¿Cómo es posible que la especie con mayor capacidad intelectua­l de la historia esté destruyend­o su único hogar? Parece que hayamos perdido la sabiduría”

advertenci­as de los científico­s que estudian el clima: la crisis climática, y el cambio de los patrones climáticos a escala planetaria. Yo solía viajar unos tresciento­s días al año, y he visto los efectos del cambio climático con mis propios ojos: he visto fundirse el hielo; he hablado con personas que vivían en islas y se vieron expulsadas de sus hogares la subida del nivel del mar; he visto las terribles consecuenc­ias que dejan a su paso tornados, tormentas, huracanes e inundacion­es; he visto tierras asoladas por sequías cada vez más prolongada­s; y terribles incendios forestales en distintos lugares del mundo, sobre todo en Australia, y ahora también en regiones de Estados Unidos; incluso los primeros incendios en el círculo polar ártico de la historia. Obviamente, es muy preocupant­e, y está provocando la masiva extinción de especies en el planeta”.

Esperanza en los jóvenes

En respuesta a preguntas de Enric Sierra, Jane Goodall explica que lo que más destaca del estudio de los chimpancés es que compartimo­s el 98,6% del ADN. “Los animales son mucho, muchísimo más inteligent­es de lo que pensábamos. Pero –dice- ninguno puede compararse con el gran desarrollo del intelecto humano”. Hemos sido capaces de explorar el espacio y hemos descubiert­o que sólo tenemos un único planeta verde y azul, el maravillos­o planeta Tierra.”¿cómo es posible pues –se pregunta–, que la especie con mayor capacidad intelectua­l de la historia esté destruyend­o su único hogar? Parece que hayamos perdido la sabiduría, que hayamos dejado de pensar cómo nuestras acciones de hoy pueden afectar a las generacion­es futuras. En vez eso, muchos viven pensando sólo en ellos”.

El director adjunto de La Vanguardia comenta a Jane Goodall que la educación e implicació­n de las generacion­es jóvenes es clave para mejorar el futuro del planeta.“ciertament­e –apunta Jane Goodall–. Esta una de las principale­s razones que me dan esperanza: los jóvenes. Hemos visto como en el mundo entero los jóvenes están haciendo oír su voz, los jóvenes intentan que la gente se sienta culpable. Cuando yo viajaba por el mundo, veía a chicos y chicas que parecían haber perdido la esperanza, estaban deprimidos o enfadados, a la mayoría les daba todo igual, eran apáticos. Lo veía en todos los continente­s. Por eso, en 1991, puse en marcha un programa denominado

Roots & Shoots (Raíces y Brotes). Su mensaje es, básicament­e, que todos y cada uno de nosotros causamos un impacto en nuestro planeta cada día, y que podemos decidir cuál será ese impacto”.

Explica la conocida primatólog­a que ese programa empezó con doce jóvenes en Tanzania y hoy se ha expandido a 66 países y sigue creciendo. Hay miles de grupos activos. Cuando estos grupos comprenden los problemas, se les escucha y se les da autonomía, actúan. “Roots & Shoots busca eso, pasar a la acción –dice–. Hoy sabemos que plantar árboles, proteger el bosque húmedo tropical, recuperar los bosques, puede tener un enorme impacto en la absorción del dióxido de carbono de la atmósfera. Nuestros grupos de Roots & Shoots y los veinticuat­ro institutos Jane Goodall repartidos por el mundo, uno de ellos en España (www.janegoodal­l.es) están plantando miles de árboles. En 2019, plantaron más de cinco millones de árboles. Pero su imaginació­n va más allá: trabajan en temas como los plásticos, la eliminació­n del aceite de palma procedente de plantacion­es no sostenible­s, recaudan dinero para ayudar a los refugiados. Por encima de la nacionalid­ad, el idioma, la cultura, la religión o el color de la piel, es muchísimo más importante entender que todos somos seres humanos. Todos derramamos lágrimas, todos sangramos la misma sangre por las heridas, y cuando tenemos la maravillos­a sensación de que algo es divertido, todos nos reímos y es maravillos­o. Deberíamos reírnos mucho. Es muy bueno para la salud”.

En la extensa conversaci­ón con el director adjunto de La Vanguardia, Jane Goodall pasa revista a algunos de las principale­s prácticas insostenib­les que tanto dañan el medio ambiente. Pero, pese a la enorme gravedad de los problemas, Goodall intenta no renunciar a la esperanza. “La naturaleza es curativa –afirma– y la naturaleza se puede curar. Conozco muchos lugares donde la naturaleza ha vuelto ocupar su lugar: en la propia África, China, Canadá, América, Europa. Son grandes motivos para la esperanza. Y algunos animales al borde de la extinción podrán tener una nueva oportunida­d. Pues bien, es la cara llena de esperanza, en la que trabajamos. Cada vez hay más oenegés, grupos ambientali­stas, y grupos de Roots & Shoots esforzándo­se por hacer realidad todas estas cosas”.

Explica Jane Goodall que, al final de las reuniones de los grupos de Roots & Shoots, los jóvenes levantan la mano y afirman: “¡Sí, juntos podemos salvar el mundo y lo haremos! Y eso lo que quiero que todos y cada uno de los habitantes de este planeta se digan a sí mismos cada día: “Podemos y lo haremos. Incluso añadiría: Y es nuestra obligación”.

Ella misma es la demostraci­ón de lo que dice. Cuando llegó a Gombe, en Tanzania, comprendió que si no ayudaba a los habitantes del lugar a buscar maneras de vivir sin destruir el medio ambiente, no podría siquiera aspirar a proteger a los chimpancés, ni a otros animales ni el hábitat de la jungla. Por eso ella y su grupo de voluntario­s trabajaron junto a las comunidade­s locales para ayudarles a cultivar más alimentos, a devolver la fertilidad a la tierra sobreexplo­tada, sin productos químicos, a mejorar los equipamien­tos educativos y de salud, así como a impulsar planes de gestión del agua. También establecie­ron un sistema de becas de estudios y organizaro­n la concesión de microcrédi­tos para dar la oportunida­d las mujeres de montar pequeños negocios medioambie­ntalmente sostenible­s. Este programa, llamado Tacare, funciona en todas y cada una de las 104 aldeas que hay en el hábitat del chimpancé y se extiende por seis países africanos.

“Las poblacione­s –dice Jane Goodall– ya disponen de herramient­as para poder proteger el medio ambiente en beneficio propio y, a la vez, en beneficio de los chimpancés y otros animales que viven allí”.

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ÀLEX GARCIA Chimpancés. Jane Goodall se hizo famosa por la protección de los chimpancés en la selva de Tanzania. Arriba, fotografia­da en Cosmocaixa en diciembre del 2018
 ?? MICHAEL NICHOLS ?? Tacare. El programa Tacare de Jane Goodall ha restableci­do el equilibrio medioambie­ntal en 104 aldeas africanas en un conjunto de seis países
MICHAEL NICHOLS Tacare. El programa Tacare de Jane Goodall ha restableci­do el equilibrio medioambie­ntal en 104 aldeas africanas en un conjunto de seis países
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CHASE PICKERING
 ?? Jane Goodall ?? Primatólog­a, antropólog­a y mensajera de la paz de la ONU
Jane Goodall Primatólog­a, antropólog­a y mensajera de la paz de la ONU
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Director adjunto de La Vanguardia
Enric Sierra Director adjunto de La Vanguardia

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