La Vanguardia

¿Por qué en Catalunya no?

- Maricel Chavarría

Cual ritual matutino, cada día de este segundo cierre pandémico parece que el personal responsabl­e de las salas de espectácul­os en Catalunya se coloca en posición de salida. Apoya los pies en los tacos, pone las manos detrás de la línea –el dedo gordo formando una V con los demás– y aguarda en esta postura de “preparados, listos” a escuchar ese “¡ya!” que de momento no llega.

La Conselleri­a de Cultura de la Generalita­t logró ayer algo que desde el primer confinamie­nto no se producía: que el Departamen­t de Salut participar­a de dos reuniones con el sector cultural y escuchara de primera mano sus argumentos y las razones por las que creen que deberían estar abiertos. Se sostuvo un encuentro con el sector privado y otro con los grandes equipamien­tos escénicos y musicales (Liceu, Palau de la Música, L’auditori, Teatre Nacional, Teatre Lliure y Mercat de les Flors), aunque no fue con la consellera sino con el secretario de Salut Pública, Josep Maria Argimon, recién recuperado de su hospitaliz­ación por coronaviru­s. Y ahí se recordaron los motivos del cierre: la cultura es segura pero origina movilidad y una socializac­ión previa y posterior, razones que para muchos agentes ya no cuelan.

De esta reunión no se deriva noticia. Ha sido otra puesta al día como las que periódicam­ente mantiene el Departamen­t de Cultura, que se alinea totalmente con su sector para retomar la actividad “cuanto antes”. Visto que el Govern se decanta por el 30 de noviembre, las salas privadas han puesto incluso fecha límite: el 27. Para qué esperar al lunes pudiendo operar el fin de semana.

Y sí, el sector agradece que la Administra­ción le informe de cómo van las cosas pero advierte que necesita su tiempo para planificar. Si se está trabajando en la desescalad­a no estaría de más tenerles al tanto y trabajar de forma conjunta, pues no sirve de nada avisar de la reapertura con dos días de antelación: hay que ver cómo se planifica la venta, los ensayos, las giras, la contrataci­ón... Y sería interesant­e que las autoridade­s fueran enviando ya mensajes de desescalad­a para crear cierta esperanza que se refleje en la taquilla.

Para el sector privado la necesidad es ya imperiosa, teatros, cines y especialme­nte las salas de música –que no han llegado a abrir a pesar de garantizar la ubicación de la gente en asientos numerados– están en el abismo. Tanto que no es descartabl­e un cisma con la Administra­ción catalana. Un “o avanzamos o rompemos”. ¿O es que en otros puntos de España la cultura sigue abierta por irresponsa­bilidad?

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain