La Vanguardia

Cóctel explosivo

La Covid-19, los sueldos y los fichajes caros ponen al límite la economía del Barça

- JUAN BAUTISTA MARTÍNEZ

La junta gestora del Barça, liderada por Carles Tusquets, volvió a reunirse el jueves por la tarde. Sobre la mesa el camino que seguir en la tortuosa negociació­n salarial con los futbolista­s y la hoja de ruta electoral, con unos comicios que quedaron fijados para el 24 de enero. Mientras se desatan los nudos gordianos, lo que está claro es que el club que herede el nuevo presidente blaugrana será un club que tenga como máxima y urgente prioridad el paliar la delicada situación económica en la que se encuentra el Barcelona. Un equipo que vivía montado en la ola del lujo, en cuanto a ingresos y gastos, pero que ha visto cómo la pandemia y la consecuent­e reducción del dinero entrante han provocado que tiemblen sus cimientos. Sin la Covid19 el Barça ya necesitaba tener cuidado con sus números. Con los efectos del coronaviru­s se han encendido todas las alarmas en los distintos campos que contempla el presupuest­o blaugrana.

INGRESOS: “EL PEOR AÑO, ESTE”

Una de las últimas frases relevantes que pronunció Jordi Moix como vicepresid­ente económico del Barça fue decir que la temporada más dura en cuanto a ingresos sería la actual y no la anterior, puesto que entonces todo transcurri­ó con normalidad hasta la paralizaci­ón de las competicio­nes en marzo. Si los meses finales del pasado curso significar­on 203 millones menos de ingresos, en la campaña 2020-2021, con el Camp Nou todavía cerrado y sin calendario para su reapertura, pintan aún más bastos. Hace unos días el club decidió bajar la persiana de nuevo del Museu y de la tienda del Barcelona en el estadio ante la abrumadora falta de afluencia. No abrir el recinto durante toda la campaña supondría un costo en pérdidas de unos 300 millones.

SALARIOS, CABALLO DE BATALLA

El Barça tiene la masa salarial más alta de Europa, una masa salarial que es inasumible en estos momentos para el club. De ahí que las negociacio­nes con los futbolista­s estén siendo tan peliagudas. Ahora las partes se han dado de plazo hasta el 23 de noviembre para intentar llegar a una entente. El Barcelona quiere adecuar los salarios e ir pagándolos en diferido, es decir no en el corto plazo, para ahorrarse en la coyuntura actual hasta un 30% de estos emolumento­s, unos 190 millones. El plan del club es enviar en los próximos días una propuesta individual­izada de pago diferido a cada jugador. El Barça necesita recortar 300 millones en gastos de forma urgente. Cuando sea efectivo será el segundo recorte salarial a la plantilla, tras el aplicado durante la primera ola de la pandemia. En las últimas cuentas ese recorte se tradujo en una masa salarial que bajó en un 6% con respecto al curso 2018-2019. Contratos largos y progresivo­s, que han ido de menos a más en cuanto a dinero, se han demostrado muy difíciles de gestionar. Claro que nadie contaba con una pandemia que cortara la dinámica habitual de los grandes clubs.

FICHAJES CONTROVERT­IDOS

En lo que sí hay que atribuir una total responsabi­lidad a la junta de Bartomeu es en el capítulo de las elevadas inversione­s en fichajes. En las últimas cinco campañas el Barcelona ha desembolsa­do más de 1.000 millones (1.041) en incorporar futbolista­s. Es decir, que entre el verano del 2016 y el del 2020 el Barça ha tirado de chequera como nunca. El balance, pese a la conquista de títulos, no ha sido todo lo positivo que se podía esperar pues en este periodo de tiempo el conjunto blaugrana no ha saboreado las mieles de las Champions. Los fichajes superiores a los 100 millones de euros de Coutinho, Griezmann y Dembélé tensionaro­n la tesorería barcelonis­ta y más teniendo en cuenta que ninguno de los tres ha justificad­o todavía el precio por el que el club los compró. Coutinho ha regresado de una cesión, Griezmann aún no ha encontrado su sitio y Dembélé está siempre bajo sospecha tras haber dejado algunos rayos de luz y muchos nubarrones. Pero son tres futbolista­s, en especial los dos primeros, que llegaron al Barcelona con un gran cartel. Más difíciles de justificar son los 7 millones fijos más 3 en variables pagados por Matheus Fernandes, que aún no ha sido ni presentado ni convocado, o los 13 destinados a fichar futbolista­s para el filial este último verano, cuando la tormenta económica ya era un hecho.

DEUDA MULTIPLICA­DA

Como consecuenc­ia de todo lo anterior la deuda del club se disparó. La total y la neta, la que el club considera real al tener en cuenta lo que otros equipos deben al Barcelona. La deuda neta pasó de 217 millones de euros a 488, es decir que creció hasta más del doble. Por lo que hace a la total se elevó de los 554 a los 820.

ESPERANDO DINERO AMERICANO

Uno de los últimos anuncios de Bartomeu fue el proyecto Barça Corporate para unir cuatro áreas de negocio del club y compartir su propiedad con un socio inversor. Socio que podría llegar de Estados Unidos, en concreto del sector del entretenim­iento. Las cifras que se estudian están en torno a los 100 millones de euros más otros 100 en el desarrollo del negocio.

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FUENTE: Elaboració­n propia R. Anechina/la VANGUARDIA

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